Por Koestler
El último intento desesperado por impedir que la justicia llame a proceso al Primo más primo del Presidente, fracasó estruendosamente ayer. Este vergonzoso rifirrafe demuestra que algunos se sienten con patentes de corzo para actuar. De nada valió hasta echar mano de la colección de animales la fauna paramilitar –siempre dispuestos– para eludir la justicia. El burdo montaje del Tasmania, “preocupado por la imagen del Presidente”; las amenazas contra las Cortes y, al final, hasta contra la Fiscalía; la entrevista a Mancuso para bajar la temperatura de la confesión de Yidis Medina y demeritar la acción de los organismos de justicia, y otros más, fallaron en su totalidad.
Sólo les quedó el asilo político. ¡Y vaya que lo escogieron bien! Porque en el fondo cuando dice que lo persiguen políticamente, reconoce implícitamente que lo es por su accionar político, sólo que terrorista. Sin quererlo reconoce su alianza con los paramilitares y su obscura parapolítica. Pero no vale la pena este punto. Lo importante es la acción del Palacio Presidencial, que apoyó o impulsó, con su silencio, la estratagema de Mario Uribe. Un apoyo pasivo, pero importante.
Para decirlo en los términos que el presidente Uribe bien conoce, con el asunto de la parapolítica se encuentra más incomodo que una baticola. Nadie quisiera saber de lo que pasa por su lado. Pero, lo que mal empieza mal termina. Y esta es una confirmación de dicho aforismo.
Lamentablemente, nuestro país empieza a convertirse en un paria internacional merced a una política ilegítima que sólo acepta el presidente Bush. Pero por ello no hay que afanarse, que en esas tierras sí son fieles amigos.... de los Duvalier, Pinochet, Somoza y otros elementos de nuestra fauna latinoamericana. Así que se tendrá su paternal protección. El único afán es saber cuándo decidan cambiar de papel “toilette”.
Ilustraciones: http://www.caracol.com.co/images/MarioUribe160_080422.jpg
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