Mamerías

Por Acidonitrix

... ¡me dio en la jeta, marica!

Sospecho que esa es la frase que quiso decirle nuestro bien amado y nunca bien ponderado Presidente Uribe a su, de pronto, mal amado ministro de guerra Santos. No es para menos. Ahí sí apoyo al Pre, pues no hay derecho a que le roben la primicia, y menos a él, tan amante de mojar medios y de robarse el show. No es justo que mientras estaba realizando un minishow comunal el empleado se le roba la primicia y, de paso, se la dio a otro Santos. Es que los Santos...

... de aliados a enemigos...

Del amor al odio no hay sino un paso, dicen popularmente. Y tal parece que dicho aserto se puede aplicar a nuestro ministro de la guerra, Juan Manuel Santos, quien después de buscar el apoyo de las FARC para derrocar a Samper ~ansias de presidencia~ ahora funge como su gran enemigo.

Será porque los hoy terroristas no se prestaron para una acción "terrorista" con la bendición del establishment. Lo triste es que de esas aventuras sólo quedó la muerte de un gran ciudadano: Álvaro Gómez Hurtado, quien no se prestó al juego.

... ¿que le tendrán pisado los Santos al Führiber?...

Algo extraño sucede en la cúpula del poder. Tan extraño, que el ministro Santos, o, si se quiere, los Santos, le hacen desplantes al Pre, y este tiene que tragarse enteros los sapos. Ahí si no tiene el valor de gritarle a su ministro o a su vice lo de "marica, le rompo la jeta".

... y ¿cuántos muertos habrá después por la manipulación de los portátiles de Reyes?

Cuando se hace algo indebido se queda en manos de los "socios" del hecho. Según el informe de la Interpol ~que obviamente no informa la gran prensa ~, se introdujeron miles de archivos, algunos con fechas que van desde el 2009 hasta el 2010, se borraron e introdujeron archivos de sistema, etc. En fin, que como consecuencia de tales alteraciones dichos artefactos, a prueba de bombas, no servirán como pruebas judiciales, salvo como juguetes engañabobos para los que se comen el cuento.

Lo grave es que quedan colas... de los conocedores. Y esas sólo se borran como hacen las mafias: con la muerte. Sospecho ~sospechar no es delito ~ que algo así puede pasar.

¡Que Dios se apiade de sus almas!