6 de diciembre de 2009

Glosas al personero....




Por Acidonitrix



De las pepinadas....

El personero municipal, Edgar Fernando Pérez, con el perdón de los ciudadanos que sospechan que de todo tiene menos de personero, pues se halla lejos de encarnar los intereses de la comunidad, cada día más se convierte en un personajillo sin brújula.... y sin un norte a dónde dirigirse. Sueña con ser un líder político en Lebrija y repetidamente se hunde en una mediocridad que lo sepulta sin remedio.

El liderazgo comporta dignidad, coherencia y ética, tres condiciones morales de las que sobradamente adolece nuestro “representante de la comunidad”, que pronto olvidó su papel para convertirse en uno más de los bufones que alegran los desangelados pasillos del palacio municipal. De anunciar el cumplimiento decoroso de su papel como representante del pueblo, a los pocos días pregonaba una actitud crítica y minuciosa sobre lo que consideraba una actividad dolosa de la Alcaldesa, pero motivado por resentimientos políticos.

En momentos cruciales para ejercer un control prefirió declararse repetidamente “incapacitado” —una auténtica torcedura de uña— para que lo reemplazaran por otro acobardado y cínico “personero”. Y cuando más se suponía que iba a ejercer control, al menos por el odio que decía sentir por la Burgomaestra, ésta lo calmó como a los perritos de aguas: con un huesillo. Y hoy, nuestro personaje, muy orondo, pasea su trofeo por los corredores. Y hasta es “asesor político” de la Dra. Sonia, y forman, junto con ella, parte —o formaban, porque cambia de camiseta muy rápido— de la cohorte política de Jaime Durán Barrera.

Como una muestra de su coherencia —más bien incoherencia— dos pequeños ejemplos con motivo de la presencia en Lebrija de doña Lina Moreno de Uribe, esposa del Presidente de la república. En primer lugar, no quería que se organizara acto alguno en su honor porque “Nosotros somos anti re-eleccionistas” y propuso, y obtuvo, que tampoco se invitara a los concejales porque, según él, ellos “nada tenían que ver con ese programa”.

Así que no dejó de sorprender ver en el acto, con bombos y platillos, a nuestro personaje de marras. ¡Sólo quería lucirse él! Así es el dizque “personero”.


Una última consideración...

¿Ahora que está de moda que las damas se sometan a cirugías para que les levanten las pompis, glúteos o nalgas, como mejor quieran llamarlas, no sería igualmente deseable que cierta "dama" en Lebrija se mandara a levantar el cerebro? Parece que lo tuviera colocado en mala parte...




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