11 de septiembre de 2010

Instrucciones para robar un diamante

4 Sep 2010 - 10:41 pm

William Ospina

Por: William Ospina
HAY GENTE A LA QUE LE GUSTA ROBAR cosas pequeñas. Diamantes, por ejemplo. Son fáciles de esconder, y sus dueños pueden no darse cuenta de que se los han robado hasta cuando es demasiado tarde. No carece de astucia el que escoge robar esas gemas cuajadas de luz, y tan portátiles que no es difícil hacerlas pasar por retenes y fronteras.

En cambio hay gente paradójica que escoge robar cosas tan grandes que nadie sabría qué hacer con ellas. No hablo de jarrones Ming, ni de alfombras, ni de elefantes. Hablo de bienes más grandes aún. Hablo de la más atrevida, la más temeraria, e increíblemente la más exitosa entre nosotros de las formas del robo. Ese bien que aquí se roba amplia y persistentemente, con toda eficacia y sin consecuencias para el ladrón, es la tierra.

Al comienzo no sólo la robaban. Bastaba que tres ladrones se unieran, bastaba que uno de ellos fuera capellán y el otro notario, y declararan, porque les convenía, que los dueños de aquellas tierras eran infieles y antropófagos, y las tierras pasaban inmediatamente a sus manos, bajo el sello protector de la corona y bajo la segura bendición del santo papa. La cosa ni siquiera se llamaba robo y no había que ocultarla.

El método era tan perfecto que los ladrones, a los que se les daban nombres más respetables, no sólo pasaban a ser dueños de la tierra sino dueños de todos los anteriores propietarios que esa tierra tenía, y que en adelante debían encorvarse para siempre sobre los surcos a tributar su sudor y su vida ante esos nobles adalides de la civilización que habían venido a redimirlos de la barbarie.

Así fue en los orígenes. Y aunque el sistema fue cambiando con los tiempos, no podemos decir precisamente que se sofisticara. También las guerras civiles solían dejar las tierras de los derrotados en manos de los triunfadores, y oportunas autoridades emitían enseguida los títulos correspondientes.

No es que el robo haya venido a hacerle trampa a la ley: con el robo llegó la ley y se entronizó. Muy a menudo eran los encargados de aplicar las leyes quienes cometían el delito y lo legitimaban. Imagino que a las facultades de Derecho les causa tanta consternación leer la minuciosa historia de nuestra injusticia que prefieren no pensar en ello. Por eso no vemos hoy grandes debates sobre el modo como ha sido profanado siempre en nuestro suelo el derecho de propiedad: casi tanto como el derecho a la vida.

Por allá en los años treinta se empezó a hablar de la necesidad de una Reforma Agraria. Pero los tenientes de la tierra no sólo habían sido hábiles a la hora de obtenerla: se mostraron más hábiles aún a la hora de defenderla, y la legalidad tan profanada por ellos o por sus respetables antepasados se volvió su disciplina favorita, para ejercer la legítima defensa contra toda amenaza liberal.

Y llegaron los temibles y rojos años cincuenta. Y en vez del éxito de la Ley de Tierras de López Pumarejo, y en vez de la reforma tan cantada, Colombia vivió esa espantosa contrarreforma agraria que se llamó La Violencia, que cambió el mapa de la propiedad, precisamente allí donde estaba la principal riqueza nacional, la zona cafetera. Muchos teóricos preguntaban por qué maldición la violencia se ensañaba con tierras tan hermosas y fecundas. Sin embargo, era fácil ver cómo coincidía el rastro rojo de la sangre con el rastro rojo de los frutos en las ramas.

Después de aquello, de nada se habló tanto en Colombia como de la Reforma Agraria. Pero un magistral Congreso de terratenientes se encargó de impedir, por siempre y siempre y siempre, que aquella reforma llegara. De pronto, en los años ochenta, otro cambio ocurrió en nuestros campos. ¿Llegaba por fin la Reforma Agraria que aclimataría la paz, que honraría la vocación agrícola del país, que por fin les haría justicia a los campesinos tan maltratados, tan expulsados?

No: nuevos terratenientes venían por el resto. Los campesinos que quedaban en nuestros campos fueron arrojados a las ciudades, y no precisamente a trabajar en la industria, porque ya la industria había sido sustituida por dos grandes renglones de la economía, el tráfico de drogas y el lavado de activos. Sus hijos no tendrían opciones laborales por fuera de esos florecientes y violentos negocios.

En un país donde la más antigua tradición es el despojo de tierras, resulta asombroso oír hablar de la intención de devolver la tierra a sus propietarios. La más reciente oleada dejó millones de hectáreas productivas en otras manos. ¿Cómo irán a hacer para arrebatarles las tierras a sus actuales dueños y devolvérselas a los campesinos desplazados? La generosa intención no puede olvidar que estamos en un país donde la voluntad de los terratenientes se confundió siempre con la ley.

Desde el comienzo de nuestra historia, cierta gente se acostumbró a robar algo que no es posible llevarse para ninguna parte, que tiene que permanecer allí donde estaba. Se acostumbró a cometer robos que no es posible ocultar, a robar lo que enseguida se advierte que ha sido robado. ¿Cómo lo hacen? ¿Y cómo logran que esos robos sean enormes, persistentes, eficaces e impunes? El que logre explicarlo habrá llegado al alma de nuestra sociedad, a la clave de nuestra identidad, al secreto mejor guardado de nuestra nación.


Tomado de Elespectador.com

10 de septiembre de 2010

Hola, Dios

4 Sep 2010 - 10:27 pm

Humberto de la Calle

Por: Humberto de la Calle

ANTIER DIJO HAWKING. "DAdo que existe una ley como la de la gravedad, el universo pudo crearse a sí mismo -y de hecho lo hizo- de la nada" (The Grand Design). Para él, la moderna ciencia no deja lugar a la existencia de un Dios creador del universo.

En cambio, entre nosotros, Dios ha regresado, en boca no sólo de gentecita angustiada que se agarra a la esperanza, sino en la agenda de los grandes directores del Estado, que no escatiman momento para apelar a Dios, agradecerle, invocar su ayuda y rendir tributo al Creador, y a todo el abundante elenco de íconos nacionales.

De las tres religiones monoteístas centrales, sólo la cristiana ha tratado de separar a Dios del César. Para el islam y el judaísmo, Iglesia y Estado son la misma cosa. El cristianismo abrió la puerta a la razón y a la ciencia, y decidió intentar alojar la religión en aposentos privados dentro de un esquema, eso sí, de libertad de cultos.

En 1991 logramos, se supone, un Estado aconfesional (que por cierto es distinto a un Estado laico como equivocadamente se suele decir).

Pero de cierto tiempo para acá ha renacido un Dios que ahora adquiere una ubicuidad infinita, como corresponde a un ser cuyas virtudes carecen de límites.

Pero habría que indagar cuál es el Dios que ha regresado.

Hay una triple visión clásica de Dios:

Un Dios que habita en los intersticios de la creación, que ni manda ni perdona, sino que vive al ritmo del universo. Panteísmo. Budismo.

Hay un Dios tiránico que todo lo supervisa. Tiene una pasión irrefrenable por el castigo. Todas sus infinitas virtudes terminan sojuzgadas en la práctica por su condición de policía mayor.

Por fin, encontramos el Dios trascendente que habita por encima del mundo, pero ligado a él. Aunque reconoce nuestra libertad, este Dios ha revelado su verdad, la cual impone cargas severas, en especial en el campo moral.

Pero el Dios que ha regresado a estas tierras es otro. Es solamente un Dios magnánimo. Se le invoca para pedir perdón por los más horrendos crímenes. Para excusar conductas insólitas. Para tranquilizar la vida psicológica ante inminentes desafíos. Para meter goles. Para conseguir novia. No perder el examen de física. Salvar el trabajo en caso de faltas graves. Gobernar bien. Presidir consejos comunales.

Es, en suma, un Dios ansiolítico. Un valium. Un Dios de bolsillo que sólo se usa en beneficio del creyente, pero que no prohíbe nada. Es un Dios útil, un talismán, un agüero. Un Dios que puede ser olvidado al primer escollo moral. Un Dios que, por fin, desafía cualquier diatriba teológica. No importa si es primer motor increado. No importa que exista el mal pese a su bondad infinita. No le hace mella el fracaso constante pese a que se le invoca a diario para acompañar tareas finalmente frustradas. Es un Dios unilateral, indestructible, que resiste el uso y el abuso. Un acto de escape permanente. El remoto sueño de una fuga sin fin.

Si de eso se trata, si la idea es un Dios más práctico que una navaja Victor-Inox, pues ¡que viva Dios!

Pero queda la pregunta: ¿Es este el mismo Dios que ha buscado la religión? ¿Es un progreso de la teología o un leve triunfo de la superchería?


Tomado de Elespectador.com

9 de septiembre de 2010

Carta al Ministro de Justicia





Por Yolanda Reyes

Señor Germán Vargas Lleras: me dirijo a usted, no solo como Ministro del Interior y de Justicia ni como ponente en el Senado de la Ley de Infancia y Adolescencia del 2006, sino como padre de familia. Ese rol que le conocimos al final de la campaña electoral y que cambió su imagen de hombre adusto por la de papá orgulloso me hace pensar que puede ponerse en las botas de los adolescentes a quienes usted propuso hacer pagar sus delitos en cárceles de adultos. No ignoro que la situación de la Comuna 13 es la punta del iceberg de una epidemia nacional de la cual ellos son víctimas y victimarios. Sin embargo, la complejidad misma del problema requiere que pensemos en fórmulas menos simplistas que las de incrementarles el castigo.

Esos muchachos, ministro, son el último eslabón, y el más frágil, de una cadena de acciones y omisiones. Las coordenadas de su historia se ubican, al igual que la de nuestros hijos, entre el Palacio de Justicia, el exterminio de la UP, los magnicidios de Galán y de Pizarro, las bombas del avión de Avianca y de El Nogal y entre incontables tomas guerrilleras y masacres. No ha sido fácil criar niños en estas circunstancias, pero a los nuestros logramos sacarlos adelante, lo que, en el fondo, es otra prueba más de inequidad.

La inequidad ha sido la herencia de esos menores y, desde antes de nacer, su vida ha sido una sucesión infortunada de accidentes. Su árbol genealógico ha sido abonado con la muerte, el abuso sexual y todo tipo de violencias, desplazamientos y abandonos. Entre sus parientes figuran madres adolescentes, sicarios, vendedores de drogas, paracos, guerrilleros y gente buena, como sucede en todas las familias. Sin embargo, la ausencia de un Estado que garantice derechos básicos como nutrición, salud, educación y seguridad se mezcla con esas circunstancias para ponerlos en la mira de los grupos ilegales. Cada vez hay más evidencia para demostrar que, a mayor vulneración de derechos, mayor es el riesgo delictivo. Eso tiene relación con la justicia, por supuesto. Pero no me refiero solo a la justicia procesal, sino también a la social.

Usted sabe, porque es padre, que las normas son imprescindibles para los niños y que esos límites, a veces incómodos, que fijamos los padres desde el comienzo de la vida, son una forma de proteger y de querer. Sabe también que en el hogar se viven las ideas esenciales sobre la ley y la justicia y esa experiencia de ser amado, contenido y educado es la matriz para conquistar la propia autonomía. Se trata de un proceso paulatino, que luego se comparte con la escuela y que no está exento de momentos críticos. La adolescencia, seguro lo recuerda, requiere, más que nunca, la presencia de padres, maestros y modelos adultos dignos de imitación e inspiración. Y aunque a esos adolescentes los "hayan levantado a golpes", la evidencia demuestra que no han tenido esos modelos ni esos marcos.

Desde la Convención de los Derechos del Niño de 1989, que coincide con nuestro tiempo de ser padres, el mundo convino en llamar "niños" a las personas menores de 18 y ese acuerdo descansa sobre la consideración de que los humanos somos la especie que más tiempo tarda en desarrollarse. Si bien nuestra Constitución del 91 se ajustó a ese marco, la Ley de Infancia consideró a los mayores de 14 sujetos responsables penalmente, pero les garantizó procedimientos especiales, reconociendo en la sanción no solo una forma de hacerlos responder por los delitos y reparar los daños, sino quizás la última oportunidad educativa que se merecen, al final de su niñez.

Dígame, señor ministro, si esos adolescentes en quienes nunca reparamos y a quienes tampoco hemos reparado de tantos daños y perjuicios deben ser juzgados por la misma justicia que no sanciona a los adultos que les niegan sus derechos y que los utilizan como carne de esta guerra interminable. Con esta impunidad que tiene sueltos a los grandes capos, ¿sinceramente cree que la solución es endurecerles los castigos a quienes han sido ya tan duramente castigados?

Yolanda Reyes

Tomado de eltiempo.com

8 de septiembre de 2010

La justicia juzgada

4 Sep 2010 - 10:31 pm

Ramiro Bejarano Guzmán

Notas de Buhardilla

Por: Ramiro Bejarano Guzmán

LA GRAN REFORMA A LA JUSTICIA tiene que empezar por suprimir el Consejo Superior de la Judicatura, y en su lugar crear un organismo independiente y respetable.

Unos tenientes desgastados del uribismo que odian a Vargas Lleras por cuenta de Uribe, le están apuntando a que la ambiciosa reforma a la justicia quede reducida a que sólo se incremente el período constitucional a los magistrados de ocho a doce años, y a extender la edad de retiro forzoso de 65 a 70 años. Ya salieron a atacar la reforma, sin argumento alguno, esos parlamentarios que andan mamando de la jugosa nómina de la Judicatura, y el vicepresidente Angelino, que entre las muchas cosas que ignora, está también lo relacionado con la organización judicial.

La respuesta que el presidente del Consejo dio a El Tiempo, acerca de las razones por las cuales cree que algunos quieren acabar con ese elefante blanco, describe la mediocridad de la institución. Según el funcionario, quienes abogan por la desaparición, lo hacen porque están molestos por haber sido sancionados o porque no están contentos con lo que reciben. Solamente a quien concibe el servicio público bajo la óptica de las prebendas, puede ocurrírsele que quienes piden eliminar el Consejo es porque tienen rabo de paja.

En ese Consejo se nombran o ascienden personas que al muy poco tiempo se jubilan con jugosas remuneraciones, al extremo que ya se habla del "Pensionadero de la Judicatura". ¿Por qué tanto cuantioso contrato? Ojalá la nueva Contralora revisara a fondo la contratación, ya que su amigo y sostenedor de su candidatura, el "Absolvedor" Ordóñez, en eso también se ha hecho el de la vista gorda.

La integración de las listas de candidatos a magistrados que realiza la Judicatura, tampoco es ajena a la politiquería. Ya no es un misterio que en muchas ocasiones los aspirantes han de proveerse de la consabida recomendación de un congresista, ¿es eso independencia judicial?

Se quiere una justicia con jueces libres, no con agentes de los gobiernos, como Mauricio González, el tristemente célebre "doctor Salsa", magistrado de la Corte Constitucional, que en carta a este periódico referida a una de mis columnas, apenas pudo indicar que se puso a salvo de leer un comunicado fuerte contra Uribe por estar de comisión, pero no fue capaz de desmentir su inocultable militancia con el régimen anterior.

La Sala Administrativa reclama como éxitos la construcción de sedes, pero disimula los desaciertos de su gestión, que contrario a lo que afirma el Presidente del Consejo de la Judicatura, sí ha sido objeto de reparos no aclarados suficientemente. Para no ir muy lejos, a pesar de un fallo de tutela y de una acción popular encaminada a cambiar de sede los juzgados civiles de Bogotá, allí sigue funcionando el destartalado edificio de siempre, con riesgo para jueces, abogados y público, mientras se le da vueltas a una solución inaplazable.

A su turno, la Sala Disciplinaria con razón es cuestionada, por sus fallos de tutela contra providencias judiciales con sabor a manzanilla, que por lo general han favorecido a reos de la parapolítica o a los ministros y aliados de Uribe.

Abolir el Consejo de la Judicatura es, pues, una urgencia nacional, no una improvisación.

Adenda. Personal y profesionalmente soy testigo de la competencia y rectitud de Ángela María Buitrago, la "Fiscal de Hierro", intempestivamente retirada de su cargo, curiosamente después de llamar a indagatoria a varios generales del Ejército involucrados en la retoma del Palacio de Justicia, también unos días antes de que acusara formalmente por injuria y calumnia a Francisco Santos y José Obdulio Gaviria, y, como si fuera poco, en la mitad del juicio contra Valencia Cossio y el ex director del DAS, Jorge Noguera. La aceptación de la renuncia provocada a la enhiesta funcionaria dizque por supuesto atraso en varios procesos, no convence. Si esa fuera la razón, entonces ¿qué pasa con los procesos por las "chuzadas" y seguimientos que el propio Fiscal General tiene parqueados en su Despacho?



Tomado de Elespectador.com

Impunidad a la vista

4 Sep 2010 - 10:43 pm

Felipe Zuleta Lleras

Por: Felipe Zuleta Lleras

NO ACABAN DE ESCANDALIZARME los mal llamados falsos positivos cuando más los conocemos a fondo. El caso de los hermanos James de Jesús y José Antonio Agudelo, con su trabajador Javier Enteno Acuña, es otro ejemplo atroz.

Los tres fueron asesinados por soldados del Ejército, y por instrucciones de un capitán Ovalle, comandante de la compañía Bayoneta, y un teniente Mora, comandante de la Compañía Apolo. Las víctimas simplemente habían ido a buscar a los soldados para preguntarles por qué mataban su ganado, cosa que había hecho en forma reiterada el teniente Mora. En vez de responderles y protegerlos como lo ordena la Constitución, el Ejército los emboscó en la tarde del 30 de noviembre de 2006, en el Municipio de Vista Hermosa (Meta), los hizo vestir como guerrilleros, con prendas que habían incautado a la guerrilla días antes, les pusieron en las manos unos fusiles AK 47 que también habían incautado y "el soldado Caballero ejecutó a uno de ellos" siguiendo instrucciones de sus superiores, relata un testigo.

Sus cuerpos fueron trasladados a Granada (Meta), en donde fueron enterrados los tres en una fosa común como N.N. Por presión de los familiares, seis días después y luego de reconocer la identidad de las víctimas, éstos lograron que les entregaran los cuerpos. Varios interrogantes surgen al conocer esta macabra, dolorosa y repugnante historia: ¿qué hicieron los soldados con los documentos de sus víctimas? ¿Y sus pertenencias? ¿Para qué enterraron los caballos en los que se transportaban los hermanos Agudelo? ¿Por qué los enterraron en una fosa común y no en fosas individuales como lo ordena la ley? Y óigase bien: este caso va a quedar en la impunidad porque está siendo investigado por la justicia penal militar.

Es precisamente por estos casos, y todos los demás que van a quedar en la impunidad, que debemos llevar a Álvaro Uribe Vélez ante la Corte Penal Internacional para que responda por las conductas delincuenciales del Ejército cuando él era comandante en jefe de las FF.MM. Esto por cuenta de la actitud indolente de nuestra justicia.

Hablaba en estos días con un ex magistrado chileno que abrió 99 causas penales en contra del ex dictador Pinochet y me decía que jamás había visto una cosa igual a la de los falsos positivos. Y créanme que cuando uno se adentra a conocer al detalle las atrocidades que se cometieron por parte de quienes intervinieron en esos asesinatos, más se compromete con las causas de todas las víctimas de los crímenes de Estado sistemáticos cometidos durante el gobierno de Uribe Vélez. No lo dejaremos descansar hasta que pague por cada falso positivo. ¡Paz en la tumba de los hermanos Agudelo y de Javier E. Acuña!

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Notícula: Qué vergüenza la actitud del Fiscal General frente a la fiscal Ángela María Buitrago, quien llevaba casos como el de Guillermo Valencia Cossio y los delitos que involucran a José O. Gaviria y a Francisco Santos. El crimen sí paga.

Tomado de Elespctador.com (http://www.elespectador.com/)



7 de septiembre de 2010

Por la puerta de atrás

Ángela María Buitrago, fiscal delegada ante la Corte Suprema.
Ángela María Buitrago, fiscal delegada ante la Corte Suprema.

La salida repentina de la 'Fiscal de Hierro', Ángela María Buitrago, deja varios casos claves en el aire: el Palacio de Justicia, Jorge Noguera, Guillermo Valencia Cossio y Ciro Ramírez, entre otros.
El fiscal general encargado, Guillermo Mendoza, fue criticado por su decisión de pedirle la renuncia a la fiscal delegada Ángela María Buitrago.
El fiscal general encargado, Guillermo Mendoza, fue criticado por su decisión de pedirle la renuncia a la fiscal delegada Ángela María Buitrago.

La última semana de julio, Ángela María Buitrago, fiscal delegada ante la Corte Suprema, tomó dos decisiones sensibles: llamó a indagatoria a tres generales retirados e imputó cargos contra el ex vicepresidente Francisco Santos y el ex asesor presidencial José Obdulio Gaviria. En el primer caso, la Fiscalía investiga la responsabilidad de los generales Jesús Armando Arias Cabrales, Rafael Hernández y Carlos Alberto Fracica en la presunta ejecución extrajudicial del magistrado Carlos Horacio Urán en los hechos del Palacio de Justicia. En el segundo proceso, Buitrago encontró méritos para hacerle una imputación a Santos y a Gaviria por calumnia. Ellos habían acusado a unos sindicalistas de ser auxiliadores de la guerrilla.

El pasado martes, sin previo aviso, Buitrago se enteró de que esos dos procesos habían sido reasignados a otro fiscal. Fue una decisión un poco sorprendente: en la justicia colombiana no hay persona alguna que conozca más en detalle los episodios del Palacio de Justicia que la fiscal Buitrago. Unos meses antes había logrado la condena del coronel retirado Alfonso Plazas por desaparición forzada, y acababa de acusar ante la Corte Suprema al general retirado Arias Cabrales por los mismos hechos. La investigación sobre la muerte de Urán contiene hoy 20.000 folios y más de 2.000 horas de grabaciones.

El miércoles por la noche, el fiscal general encargado, Guillermo Mendoza, quien había pedido la renuncia a todos los fiscales delegados ante la Corte Suprema, aceptó la de Buitrago. Dijo a los medios que la salida de la Fiscal se debía a falta de diligencia de ella en más de 50 procesos. La noticia causó revuelo, ya que Buitrago era una de las estrellas de la entidad, apodada incluso por algunos como 'la Fiscal de Hierro'. Por esa reputación le habían asignado varios de los procesos más complicados. Además del Palacio de Justicia, que hasta que llegó Buitrago estaba relegado al cuarto de San Alejo de investigaciones inconclusas, la Fiscal estaba encargada del proceso contra Guillermo Valencia Cossio, hermano del entonces Ministro del Interior; del caso contra el ex director del DAS Jorge Noguera por vínculos con paramilitares y asesinatos de sindicalistas, y del juicio por narcotráfico contra el ex senador Ciro Ramírez.

La decisión de Mendoza ha generado varios interrogantes. Para empezar, SEMANA conoció que hace menos de un mes a Buitrago le reasignaron tres procesos más para descongestionar el trabajo de otro fiscal. No parece lógico que apenas unas semanas después la sacaran por ineficiente. Segundo, aunque ningún funcionario es indispensable, cambiar a un fiscal en la mitad de procesos tan complejos como los de Noguera, el Palacio y Valencia Cossio no favorece los intereses de la Fiscalía, ya que el reemplazo queda en desventaja frente a los defensores. En el de Noguera, por ejemplo, en el que hay 12.000 folios, el nuevo Fiscal debe presentar su alegato a finales de septiembre. Igual ocurre con el caso que se adelanta contra Valencia Cossio, cuya audiencia se reanuda este lunes.

Si bien los cambios de fiscales son de la discreción de Mendoza, nadie entiende el afán con que procedió, más aún cuando la Corte Suprema podría, en las próximas semanas, elegir un Fiscal General en propiedad.

Tomado de http://www.semana.com/

Apicultura es una actividad olvidada en el país

Apicultura es una actividad olvidada en el país
Cortesía
A John Ever Cardona, la apicultura "lo picó" una vez y de eso no se pudo curar.

Fue en 1983, en un curso en la Fundación Manuel Mejía, ubicada en Chinchiná (Caldas), a donde fue, simplemente por ir. Pero ahí empezó un encanto por esta actividad que hoy, 27 años después, cuando habla de una abeja y de sus inmensas posibilidades como industria, no lo para nadie.

La apicultura es una actividad milenaria y se conoce como el cuidado de las colmenas de abejas para la polinización de cosechas y la obtención de miel y otros subproductos. Es una industria agrícola promovida y valorada en Europa y los Estados Unidos, pero en Colombia es tan olvidada que ni siquiera aparece en los registros de productos de exportación a la Unión Europea donde hay cultura de consumo.

Olvido o no, para John Ever eso demuestra desinterés en una actividad que en Estados Unidos sólo el efecto polinizador lo tienen valorado en 15.000 millones de dólares. La apicultura allí es utilizada, además de los productos, como una herramienta natural para incrementar las cosechas.

El hecho cierto es que este apicultor en 27 años desarrolló su empresa alrededor de la actividad de la que hoy vive.

Tiene en Alcalá (Norte del Valle) y en Apía (Risaralda) apiarios con 120 colmenas de las que extrae, esencialmente, miel, polen, propóleos y cera.

Del primero, saca alrededor de 50 kilos por colmena año, producción que depende del clima. En polen y propóleos, la relación es de 15 kilos y 500 gramos por año. El mercado lo tiene al por mayor en el Eje Cafetero, Cartago y Cali, pero con un socio y otro amante del oficio, Eduardo Gómez, busca vender al detal, directamente, mediante una empresa que ya conformaron.

"Para vivir de esta actividad, una persona debe tener mínimo 150 colmenas. Los problemas que uno ve es que faltan créditos de fomento del Estado, hay desconocimiento de la abeja como herramienta natural para polinizar y descuido de algunos apicultores con los insectos porque no los saben manejar y causan accidentes", sostuvo.

En Colombia la apicultura es artesanal, de pequeñas propietarios y pocos tienen criterios empresariales.

Existen alrededor de 120.000 colmenas en el país que producen entre 2.000 y 3.000 toneladas de miel año, cifra deficitaria frente a un consumo de 20.000 toneladas.

¿De dónde sale el resto?. Sencillo, de mieles adulteradas o artificiales (industrializadas), es decir, no puras.

Cardona es el presidente de la Asociación de Apicultores de Risaralda (ARA) y no duda en señalar que se trata de un oficio que en Colombia tiene un potencial inmenso de exportación porque en el mundo hay un déficit de este alimento. Falta, argumenta, una política de gobierno para impulsar la actividad.

Incentivar la apicultura es lo que llama el socio de Cardona, Eduardo Gómez, una estrategia de seguridad alimentaria.

"La miel se ha vuelto un producto de élites porque se volvió costosa", sostiene Gómez.

La miel pura se cristaliza
Las tres burbujas que debe hacer una botella llena de miel de abejas para saber si es pura o no, es sólo un mito de las abuelas. Las condiciones fundamentales para detectar una buena miel es que se cristalice con el pasar de los días y que no sepa a banana. La miel de abejas es el único alimento que no se descompone y por su dificultad para identificar su pureza, se ha conocido como una de las 17 mayores estafas del mundo. Por ello, conseguir una miel de buena calidad es difícil, aunque se recomienda obtenerla de sitios seguros.


1 -Una colmena tiene alrededor de 60.000 abejas. Conformarla con todas las de la ley cuesta 400.000 pesos. Para vivir del oficio se deben tener mínimo 150 colmenas. Requiere de un sitio apropiado, dedicación y cuidado.

2 -El requisito fundamental para entrar a la apicultura es capacitación y conocimiento total del oficio. A este le sigue cumplir con las normas técnicas y equipos básicos de manejo de las abejas y evitar molestos accidentes.

3 -De la apicultura pueden derivarse más de diez productos. Los principales son miel, propóleo, polen, cera, jalea real, apitoxina, embriones de zángano, pan de abejas. Entre los servicios está la polinización.


Tomado de http://www.larepublica.com.co/

6 de septiembre de 2010

Ley de formalización y primer empleo





Tomado de El Espectador,

4 Sep 2010

Por: Eduardo Sarmiento
El proyecto del Gobierno está representado en dos partes.

La creación de incentivos a las Pymes, en la forma de exenciones a los pagos parafiscales, a cambio de que se legalicen. Segundo, se les permite a las organizaciones que contratan trabajadores que ingresan por primera vez al mercado laboral descontar de los impuestos los pagos parafiscales y aportes de salud.

Infortunadamente, las decisiones no están basadas en un buen diagnóstico. En los últimos 10 años el país se vio abocado a un alto desempleo que en la crisis de 2008 explotó en un disparo en la informalidad. En sus datos más recientes, el DANE indica que el aumento del subempleo es tres veces mayor que el del empleo.

La explicación tradicional de que los trabajadores no consiguen empleo por las rigideces laborales no es cierta. La industria ha experimentado un gran aumento de la productividad en los últimos 10 años. Está en condiciones para captar el empleo disponible a los salarios legales. No lo hace porque es preferible sustituir la producción nacional y el empleo por importaciones de bienes intermedios e, incluso, por bienes de capital. La falla no está en el salario, sino en el abaratamiento de las importaciones.

No es fácil entender la racionalidad de la fórmula. En el primer caso el Gobierno no va más allá de ofrecerles a las empresas algunas de las ventajas que hoy obtienen, como las exenciones a parafiscales e impuestos a la renta e IVA; no tienen ninguna compensación por los impuestos municipales y mucho menos por la elevación de salarios. La formalización les significa más costos que beneficios. En el caso del primer empleo, las empresas se verían estimuladas a sustituir trabajadores maduros por jóvenes. La medida contribuirá más a cambiar la composición del empleo que a generar nuevos puestos de trabajo.

La receta resulta barata. La exención a las empresas informales no significa ninguna erogación y el descuento tributario por la contratación de jóvenes tiene un costo fiscal de 9% del salario por trabajador formalizado. En cualquier caso, el monto del subsidio no es más de 0,5% del PIB.

La solución no guarda relación con el problema del desempleo y la informalidad que abarca a 9 millones de colombianos y afecta 20% del producto nacional. El subsidio no mejora las condiciones de estos trabajadores y no alcanza a compensar siquiera la revaluación.

La ineficacia de los derechos fundamentales como medio para reducir la inequidad se encuentra en la negativa de los gobiernos a comprometer la política macroeconómica en su cumplimiento. Como ocurrió en salud y educación y ahora con el derecho al empleo, no se va más allá de designar partidas de corte asistencialista que no resuelven las causas estructurales.

En varias oportunidades señalé que el mecanismo del subsidio al empleo y la informalidad sólo era viable dentro de la creación de un gran fondo apoyado con recursos del sector financiero y del Banco de la República. Sólo así se puede esperar que los trabajadores de salario mínimo e informales experimenten una elevación de sus ingresos que les permita adquirir los bienes que están que capacidad de producir.

5 de septiembre de 2010

Si "palo" es...

27 Agosto 2010
Por Valentina Díaz Gómez
Tomado de 'La Coctelera'

El presidente del Partido de la U, Juan Lozano, ex ministro de Álvaro Uribe y uno de los serviles más visibles de su administración, se ha desfasado totalmente. Esta erróneamente convencido que a punta de "peos" puede tumbar la luna. El hombre en unas declaraciones para la televisión ha amenazado al presidente de los colombianos, Juan Manuel Santos Calderón, condicionándolo a qué puede decir o hacer y que nó, de su antecesor, para tener su apoyo. "Santos tiene todo nuestro apoyo pero no le permitiremos que le de palo a Uribe". No creo que con estas afirmaciones se haya asustado el mandatario, pero si es bueno resaltar que en algunas personas persiste el sucio y viejo estilo de la amenaza pública para conseguir objetivos como fue común en el gobierno anterior. ¿Qué va a pasar si Santos se ve obligado a lanzar una opinión que a la postre sea interpretada como "palo" por Lozano? ¿El presidente de la U va a ir a la Casa de Nariño a golpear a Santos? ¿Le acabará su gobierno si le quita el apoyo que en estos momentos dice le está dando? Hasta el más idiota de todos los colombianos se da cuenta de que la frase "pero no le permitiremos", es una limitación al libre pensamiento y acción del presidente Santos. Si interpretamos la palabra "palo" como la decisión, por parte de Santos de alejarse de las políticas de Uribe y decir con claridad y sin rodeos de qué está bien y qué mal para su criterio personal, está de malas Uribe y Lozano, pero el presidente tiene que hacerlo. Si la verdad pura genera distanciamiento tiene que darse porque es necesario.

Un rápido recuento: "Pese a mantenerse al interior del Partido Liberal durante su Congreso Nacional de 2003, en 2004 se retira y decide respaldar el gobierno de Álvaro Uribe Vélez, organizando a finales de 2005 el Partido de la U. Santos deja la dirección de este partido (que compartía con el senador Óscar Iván Zuluaga) al ser reelecto Uribe. En julio de 2006, Uribe nombra a Santos Ministro de Defensa Nacional. Después de que la Corte Constitucional de Colombia determinara que el referendo reeleccionista fuera inconstitucional e inexequible, Santos anunció sus aspiraciones presidenciales para el periodo 2010-2014 en representación del partido de la U. Léase bien: En representación del partido de la U. Es curioso que ahora a nombre de la U, su creación personal, sea amenazado el mandatario de los colombianos de "retirarle su apoyo" si no se subyuga a algo que ya pasó, que fue... ¿Juan Lozano, estará meando fuera del pote? En Bucaramanga todo el mundo cree que primero se va Lozano del partido de la U y no pasaría nada en Colombia, que esa colectividad le quitara el apoyo a Santos porque píense o cree que hay necesidad de decir o hacer las cosas con claridad. Como ministro del medio ambiente poca fueron las huellas positiva que dejó para bien de los colombianos ese señor, el imprudente doctor Lozano.

Así lo considere, el servil Lozano, "palo" para Uribe, Santos no puede callar o desconocer situaciones como las consagradas en el informe de la Contaduría a 31 de diciembre de 2009. "El país tiene un presupuesto negativo de 139 billones de pesos" y que esa es una herencia maligna de su antecesor... que, "la deuda pública el año anterior creció en 21 billones de pesos, mientras que las reservas internacionales disminuyeron en 2 billones de pesos... que el país tiene pendientes tres o cuatro presupuestos de la Nación comprometidos por demandas contra el país" por malas actuaciones de sus funcionarios. Al volver los ojos sobre ciudades como Medellín y Cali, solo como ejemplo, en donde sus alcaldes claman ayuda al mandatario nacional, no puede mentir asegurando que las políticas de seguridad dejada por Uribe son una maravilla, son lo último y que de ahí en adelante no hay nada mejor. El actual presidente no puede decir cosa diferente que, "En la Comisión de Acusaciones de la Cámara hay 835 investigaciones bloqueadas. Entre los que aún figuran como investigados están los ex presidentes Belisario Betancur, Ernesto Samper y Andrés Pastrana, y el mandatario saliente Álvaro Uribe, quien tiene más del 50% de esos procesos, tanto administrativos como penales". Tampoco puede ocultan que Colombia tiene dos décadas de atraso en la lucha contra la pobreza y que eso en los últimos 8 años fue letra muerta. No puede esconder, por temor a que digan que le está dando palo a Uribe que, el ambiente con la justicia hoy, es el que necesitaba el país, lo mismo que las buenas relaciones con Venezuela y Ecuador y que encuentra en la labor de la senadora Piedad Córdoba cosas buenas y positivas para la Paz de Colombia y que se va a reunir a dialogar con ella. Que el sindicalismo y los promotores de derechos humanos seràn asesores y contarán para la toma de determinaciones.

Si criterios políticos y populares como que, "Juan Manuel Santos es un líder con capacidad de trabajo y resultados contundentes, don de mando, visión de futuro, disciplina de estudio y presencia y credibilidad internacional", es darle "palo" a Uribe y molestan a Lozano, lamentable, pero para que el mundo avance en su civilización el alumno tiene que ser superior y eclipsar al maestro. Fueron 9 millones de votos y popularidad del 86%. ¡Tiene que ser mejor! Pueda ser que declaraciones como las de que, "me siento liberal", sean clasificadas como "palo" para Uribe, el problema es de quien cree en eso y no tiene para donde más mirar que apara atrás. Si "palo" es trabajar para que se les den derechos a las víctimas de la violencia como los desplazados, para devolverles sus tierras despojadas violentamente y en manos de algunos sectores del poder económico y los paramilitares, que tristeza. Si "palo" es tratar con respeto a la oposición política, es una verdadera pobreza mental de quien lo cree. Si tratar de formalizar la situación laboral del país es darle "palo" al ex presidente Uribe, asusta y le tocara a Santos que seguir dándole "palo" así el señor Lozano lo amenace de quitarle su apoyo. Hoy no es un solo partido mañoso y amarrado el que apoya al mandatario, hay por lo menos cuatro.

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