11 de marzo de 2011

La burbuja del oro y el proyecto Angostura en el páramo de Santurbán




Jorge Gómez Gallego*, Medellín, marzo 8 de 2011

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Los debates que hoy se desarrollan en Colombia por el anuncio de proyectos agresivos como el del páramo de Santurbán y que consisten en explotaciones de oro a cielo abierto, no tendrían lugar si no estuviésemos asistiendo en el planeta al crecimiento de una gigantesca burbuja especulativa en torno a ese metal.

Las existencias mundiales de oro se calculan en 157.000 toneladas entre las reservas de bancos centrales y el Fondo Monetario Internacional (26.000 ton.) y las que están en manos privadas (131.000 ton.); lo que equivale a 5.050 millones de onzas troy (1 onza = 31,103 gramos) que es la medida utilizada para los metales preciosos. Estas existencias son 4 veces las reservas probadas sin explotar, que se estima no sobrepasan las 40.000 toneladas.

Desde 1493 hasta 1981, es decir durante 488 años se habían extraído, 90.000 toneladas y desde 1981 hasta hoy 67.000 toneladas. Esto quiere decir que en los últimos 30 años, el 6% del tiempo con información confiable (desde el descubrimiento y la conquista de América), se ha arrancado de la tierra el 42.7% de todo el oro de que disponemos los seres humanos.

Se ha explotado entonces cerca del 80% de las existencias, es decir, el restante 20% sigue en las entrañas de la tierra, y está en trance de agotamiento. Desde luego esto es relativo, pues los stocks no se gastan a la velocidad del petróleo o el carbón. Éstas alcanzan para varios siglos sin necesidad de extraer una onza más, claro está, si son para los usos corrientes, no especulativos, o sea los industriales y decorativos.

De otro lado, a partir del año 2000, estamos viviendo un crecimiento inusitado de sus precios. Desde que irrumpió en el mundo el capital financiero monopolista a finales del siglo XIX y hasta 1971, los precios del oro tuvieron apenas pequeños altibajos. Oscilaron entre los US$ 20 y los US$ 60. Esto se explica porque después de la segunda guerra mundial y de los acuerdos de Bretton Woods, el precioso metal no fue importante como herramienta de especulación financiera, debido a la existencia de los cambios fijos entre las distintas monedas y a la relación de convertibilidad del dólar estadounidense con el oro.

Pero una vez eliminada ésta el 15 de agosto de 1971, el oro se torna en un commoditie y su precio aumenta de manera sostenida hasta los US$ 650 en 1980, año en que empieza a caer estrepitosamente hasta llegar a US$ 251 en el 2000. Desde entonces su precio no ha parado de subir, hasta llegar a la cotización de hoy, se ha multiplicado casi por 6 el precio en 20 años, llegando a la cifra récord de US$ 1.400.

La burbuja que actualmente se encuentra en un pico sin precedentes, se ha formado gracias a que las decrecientes reservas sin explotar se han convertido en fuente de especulación que impulsa las ganancias de manera geométrica; burbuja falsa y susceptible de estallar cuál pompa de jabón en cualquier momento. Veamos dos casos que ilustran el asunto, uno internacional y el otro, que reseñamos al principio, se presenta en nuestro país.

El primero tiene que ver con un fondo especializado en la especulación con oro denominado SPDR Gold Shares, creado en noviembre de 2004 y conocido por su símbolo bursátil GLD, el que arrancó con US$ 14 millones aportados por el Consejo Mundial del Oro (WGC), y hoy tiene un valor en bolsa de US$ 56.700 millones, ¡ha crecido 4.050 veces en 7 años! Esto solamente se explica por el creciente valor del metal, que ha servido de palanca para empujar la valorización de sus acciones, hoy en poder de una gran cantidad de pequeños inversionistas, pero principalmente de unos cuantos grandes jugadores que sabrán bajarse del monstruo que han creado, justo cuando esté a punto de reventar la burbuja. Entre los “duros” que manejan el fondo están el HSBC PLC, el Bank of New York Mellon Corp., State Street Global Advisors, Northern Trust Corp. y el multimillonario administrador de fondos de cobertura y acusado de ser el cerebro de la escandalosa estafa de las hipotecas basura, John Paulson. Este fondo acumula ya 1.300 toneladas de oro entre sus activos tangibles, y sus acciones se negocian en las principales bolsas de valores del mundo.

Aquí en nuestro vecindario quiero referirme a una burbuja en gestación no menos dañina por ser más pequeña. Se trata de la que protagoniza la firma canadiense Greystar Resources Ltda., a la que el gobierno le ha concesionado 30 mil hectáreas, y cuyo proyecto, denominado Angostura por el nombre de una de las quebradas que borrará junto con las otras fuentes de agua que surten el acueducto de Bucaramanga, también destruirá el páramo de Santurbán que es santuario de centenares de especies vegetales y animales.

El negocio consiste en la extracción de 11,5 millones de onzas de oro (357 toneladas) en 15 años, con una inversión anunciada de US$ 1.000 millones. La cuenta no es difícil de hacer: a precios de hoy, el yacimiento tiene reservas por US$ 16.100 millones. Éstas serán extraídas con una suma en dólares 16 veces menor y equivalente al 6.2% del avalúo total.

Por esa razón, el anuncio que han hecho los dueños de la empresa, es que una vez concedida la licencia ambiental, el paso siguiente no será el inicio del saqueo del oro, sino la apertura de una actividad especulativa en las bolsas especializadas, tendiente a colocar sus acciones o a vender bonos para financiar el proyecto. ¡Especular con el prospecto de fabulosas ganancias o lo que es lo mismo, realizarlas por anticipado!

La ciudadanía santandereana, la misma que ha empezado a desplegar una valerosa resistencia contra el proyecto, debe tomar atenta nota de que los daños ambientales que se anuncian, son apenas una de las perversas aristas que “adornan” el proyecto. El espiral especulativo que se genera en torno a la obtención de los derechos para explotar el yacimiento, es de un apetito voraz que debe ser alimentado, y para atenderlo debidamente, será necesario imponer enormes privaciones a una gran cantidad de personas laboriosas de aquí y de otras latitudes.

Por esa razón todos los colombianos debemos acompañarlos para derrotar al gobierno de Santos en su pretensión de consumar un nuevo atropello contra la soberanía, el progreso y el bienestar de la nación.

8 de marzo de 2011

¿Ver robar y callar? Ojo, ministro...

Nota: publicamos la siguiente información para que 'sintamos alivio' cuando no nos atiendan en salud porque 'no hay plata'...


En carta al ministro de la Protección Social, el Senador Robledo lo insta a denunciar una sobrefacturación de más de 825 mil millones de pesos en medicamentos

El grupo Saludcoop, Cafesalud y Cruz Blanca el implicado. El caso se conoce desde diciembre. ¿Qué ha hecho el ministerio?

Oficina de Prensa Senador Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 6 de marzo de 2011.

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De acuerdo con estudio del CID-IIC de la Universidad Nacional de Colombia reconocido por el ministerio de la Protección Social, tres EPS pertenecientes al mismo grupo –Saludcoop, Cafesalud y Cruz Blanca– cobraron por medicamentos en promedio 5.7 veces más que lo que cobraron las demás EPS en 2009.

Mientras las tres EPS citadas facturaron y recibieron pagos del sistema de salud con un promedio de 207 mil pesos por afiliado, las 18 restantes cobraron 36 mil pesos por afiliado.

La plata recibida por Saludcoop, Cafesalud y Cruz Blanca por encima del promedio de las demás EPS suma en total 825 mil millones de pesos, que podría ser el monto de la defraudación al patrimonio público.

“El estudio de la Universidad Nacional de Colombia además señala –siempre de acuerdo con las cifras aportadas por las propias EPS– que estas diferencias en la facturación no se originan en medicamentos especiales ni en acciones de tutela, pues todos ellos hacen parte del Plan Obligatorio de Salud (POS). El mayor valor de los 25 medicamentos más usados formulados por Saludcoop sobre el promedio de las demás EPS es de escándalo: por ejemplo, 246% en Lovastatina, 227% en Loratadina, 135% en Omeprasol, 120% en Ácido fólico, 99% en Enalapril, 87% en Acetaminofen, 37% en Diclofenaco y 34% en Ibuprofeno”, le recuerda Robledo al ministro Santamaría.

En su carta al ministro Mauricio Santamaría, el senador del Polo le cuestiona por qué un problema que él conoce desde diciembre pasado no se lo ha informado a los colombianos. Y también le pregunta si el caso lo denunció, y en qué fecha, ante la Superintendencia de Salud, la Fiscalía y la Procuraduría, como es obvio que debió hacerse.

El senador Jorge Enrique Robledo citará debate sobre este caso en la plenaria del Senado. Se anexa la carta del senador Robledo al ministro Mauricio Santamaría.

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Doctor

MAURICIO SANTAMARÍA

Ministro de la Protección Social

Bogotá

Referencia: el ministerio de la Protección Social debe denunciar una sobrefacturación ya pagada por 825.760 millones de pesos en medicamentos.

Cordial saludo:

Como usted sabe, de acuerdo con estudios del CID-IIC de la Universidad Nacional de Colombia ratificados por la Comisión Nacional en Salud (CRES) y los ministerios de la Protección Social y de Hacienda, en 2009, tres EPS pertenecientes al mismo grupo –Saludcoop, Café Salud y Cruz Blanca– cobraron de más gastos en medicamentos por $825.760 millones.

Mientras el promedio de las otras EPS en gastos en medicamentos fue de $36.324 por afiliado en 2009, las tres citadas dicen haber gastado en promedio $207.790 por afiliado, diferencia enorme –de 5.7 veces más– que se desglosa así: Cafésalud: $220.155 por afiliado, Saludcoop: $208.654 y Cruz Blanca: $194.562.

También pone en evidencia la desproporción entre las cifras que reportan estas tres EPS en relación con las demás el porcentaje de los medicamentos en el total de los gastos: mientras Saludcoop, Cafésalud y Cruz Blanca dicen que los medicamentos representan el 45 por ciento de sus gastos per cápita en salud (UPC), la demás informan que estos representan el 10 por ciento –4.5 veces menos.

El estudio de la Universidad Nacional de Colombia además señala –siempre de acuerdo con las cifras aportadas por las propias EPS– que estas diferencias en la facturación no se originan en medicamentos especiales ni en acciones de tutela, pues todos ellos hacen parte del Plan Obligatorio de Salud (POS). El mayor valor de los 25 medicamentos más usados formulados por Saludcoop sobre el promedio de las demás EPS es de escándalo: por ejemplo, 246% en Lovastatina, 227% en Loratadina, 135% en Omeprasol, 120% en Ácido fólico, 99% en Enalapril, 87% en Acetaminofen, 37% en Diclofenaco y 34% en Ibuprofeno.

Ante la evidente gravedad de estos hechos, que pueden constituir una defraudación de los recursos públicos por $825.760 millones y que en la práctica fueron reconocidos por usted el 29 de diciembre de 2010 (Acuerdo Nº 19 de la CRES), atentamente le pregunto:

¿Por qué su ministerio no les ha informado a los colombianos al respecto? ¿Denunció este caso ante la Superintendencia de Salud, la Contraloría y la Fiscalía? Si lo hizo, ¿en qué fechas fue? Si no hizo las respectivas denuncias, ¿por qué no?

Esta petición la hago amparado por el Artículo 258 de la Ley 5 de 1992.

Atentamente,

Jorge Enrique Robledo

Senador de la República

Nota: ver anexo:

GASTOS EN SALUD Y MEDICAMENTOS EPS. 2009.

EPS

No Usuarios 2008

Gasto por afiliado en salud

Gasto por afiliado en Medicamentos

Promedio por afiliado en Medicamentos demás EPS

Valor excesivo gasto salud

Saludcoop

3.456.595

469.071

208.654

36.324

595.675.016.350

Cafesalud

735.954

476.576

220.155

36.324

135.291.159.774

Cruz Blanca

599.064

431.810

194.562

36.324

94.794.689.232

Total

825.760.865.356

Fuente: Informe de Avance del Cálculo de la Unidad de Pago por Capitación, CID e IIC, Universidad Nacional, diciembre 21 de 2010, adenda diciembre 28 de 2010; Cifras e indicadores del sistema de salud 2009, EPS afiliadas a ACEMI, y cálculos UTL senador Jorge Enrique Robledo con base en datos CID-IIC Universidad Nacional.

7 de marzo de 2011

Libia: Razones por las que Occidente quiere derrocar y asesinar a Gaddafi




Por: Julio César Centeno / Mariátegui, 05/03/11
Tomado de http://mariategui.blogspot.com


Gadaffi, ''El león del desierto''

El coronel Gaddafi nació en una tienda tribal beduina un 3 de septiembre en 1942. Se graduó de abogado a los 21 años de edad. Luego estudio en la Real Academia Militar de Sandhurst, Inglaterra, y en la Academia Militar Helénica de Grecia.

En 1969, a los 27 años de edad, derrocó al rey Idris, un tirano impuesto por Inglaterra y Francia. Declaró querer ser "el Che Guevara del oriente medio". Al año siguiente ordenó la expulsión de las bases militares extranjeras de territorio libio. Estableció el llamado "socialismo islámico" por medio del cual se buscaba una democracia directa: el gobierno de las masas a través de consejos populares y comunas. Se creó así la Gran Yamahiriya Árabe Libia Popular Socialista.

La Yamahiriya: estado de las masas, es un híbrido de Islam, socialismo y democracia directa, ideología que proclama en su Libro Verde. Se estableció un Congreso General del Pueblo, con Gaddafi como su Secretario General.

Nacionalizó las empresas petroleras y expulsó a los funcionarios norteamericanos, británicos e italianos que habían dominado y vejado al país durante décadas. Libia era la sede de la base militar aérea mas grande de los Estados Unidos en el norte de África: Wheelus Air Base. El pentágono mantenía una base para el lanzamiento de misiles a sólo 25 kilómetros de Tripoli.

Nunca se lo perdonaron. Fue inmediatamente catalogado como enemigo de los Estados Unidos. Libia fue señalado como un estado paria por defender su derecho a la autodeterminación y la autonomía. Las cosas empeoraron aun mas por el papel protagónico de Gaddafi en el embargo petrolero de 1973 contra los Estados Unidos y por su cooperación con la Unión Soviética.

Fue un ferviente seguidor del destacado dirigente egipcio Gamal Abdel Nasser, especialmente en su lucha por la unión de los pueblos árabes en una gran Nación Árabe. Defendió la nacionalización del Canal de Suez por parte de Egipto. Firmó con Nasser la llamada Carta de Trípoli, donde se concretan acuerdos de cooperación militar, estratégica y económica entre Egipto y Libia.

Con la muerte por envenenamiento de Nasser en 1970, Gaddafi tomó el liderazgo del pan-arabismo. Dos años después se anuncia la creación de la Federación de Repúblicas Árabes, integrada entonces por Siria, Egipto, Irak y Libia. Fue también uno de los mas destacados líderes de la Organización de Países No-Alineados.

Gaddafi ha apoyado sin vacilación la causa Palestina durante décadas. En 1972 anunció que Libia apoyaría, entrenaría y financiaría a cualquier árabe dispuesto a defender la causa Palestina. Fue inmediatamente catalogado como "terrorista".

A partir de entonces llovieron acusaciones sobre su participación o apoyo en numerosos atentados terroristas en Roma, Viena, Berlín, Chad, Filipinas, Egipto. Se le acusó de ser el principal punto de apoyo de uno de los terroristas mas connotados de la época: el venezolano Carlos Illich Ramírez, "El Chacal". Carlos fue capturado en 1994 y cumple desde entonces una condena a cadena perpetua en la prisión La Santé de Paris.

Como es costumbre contra cualquier jefe de estado que se rebele contra el orden internacional impuesto a los países en desarrollo después de la segunda guerra mundial, se le acusó de participación en el narcotráfico, de fomentar el terrorismo, de desarrollar armas de destrucción masiva, de apoyar a las FARC en Colombia, al IRA (Ejército Republicano Irlandés), a la ETA en España, a Hizbolla en Líbano, a Hamas y otros "terroristas" palestinos. El presidente de los Estados Unidos, Ronald Reagan, se refería a él como "el perro rabioso del desierto".

El gobierno norteamericano trató varias veces de derrocarlo. En agosto de 1981 la revista Newsweek dio a conocer un plan presentado por el director de la CIA al gobierno norteamericano para asesinar a Gaddafi. Días después dos aviones de guerra norteamericanos atacaron dos aviones Sukhoi libios en espacio aéreo libio. Los aviones norteamericanos habían despegado del portaviones John Kennedy, estacionado frente a las costas libias de mar mediterráneo.

En 1986 Ronald Reagan ordenó el bombardeo de las principales bases militares y edificios gubernamentales en las ciudades de Trípoli y Benghazi, en un intento por asesinar a Gaddafi e incitar la sublevación popular. Los aviones despegaron desde bases norteamericanas en Inglaterra. En el bombardeo murió una de sus hijas menores, Jana, y docenas de oficiales de su entorno mas cercano. El crimen quedó impune.

Libia fue rápidamente convertido en un estado paria. Durante los siguientes 10 años el coronel Gaddafi se convirtió en el Osama Bin Laden de la época. Libia fue cercada. Se le impuso un embargo comercial para forzar el derrocamiento de Gaddafi, similar al que ha padecido Cuba por mas de 50 años.

Fue acusado de ordenar la colocación de una bomba en un avión comercial Boeing 747 de la principal línea aérea de los Estados Unidos para entonces: Pan American. El avión explotó en el aire en diciembre de 1988 sobre la población de Lockerbie, Escocia. Murieron 259 personas que viajaban en el avión y 11 ciudadanos de Lockerbie. Luego de un largo proceso de negociación, en 1999 Gaddafi entregó a la justicia escocesa a los dos ciudadanos libios acusados de haber colocado los explosivos.

En 1997 Nelson Mandela tuvo la valentía de visitar a Gaddafi en Trípoli, para denunciar la injusticia que se cometía contra ese pueblo por su rebeldía y su intento de decidir su propio destino. Mandela sabía por experiencia propia lo que era ser acusado de crímenes sin que existieran pruebas sobre ellos y sin derecho a la defensa. Había sido liberado de la cárcel 7 años antes, después de 27 años de prisión por su rebeldía ante el régimen discriminatorio de la población negra de Sur África por parte de una minoría blanca de origen europeo. Visitó a Gaddafi siendo el primer presidente de raza negra y el primer presidente electo democráticamente en Sur África.

Su visita fue seguida por la del secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, de origen Africano. Libia aceptó cancelar 2.700 millones de dólares en compensación a familiares de víctimas de atentados terroristas de los que se acusaba a ciudadanos libios, aunque sin reconocer culpabilidad de la nación Libia. Se levantaron las sanciones internacionales que pesaban sobre el país.

En el 2008 el presidente Bush deja sin efecto las sanciones unilaterales que había impuesto Estados Unidos contra Libia, retirándola de la lista de "estados que apoyan el terrorismo".

Las transnacionales petroleras se abalanzaron sobre Libia en busca del control de los gigantescos yacimientos de su codiciado petróleo liviano. Lo mismo hicieron los perros de la guerra, ofreciendo armas, desde sofisticados aviones de combate hasta fusiles, ametralladoras y municiones. Muchos se jactaron de haber finalmente obligado a Gaddafi a ceder en sus posiciones radicales.

Ese mismo año Gaddafi recibió la visita de Condoleezza Rice, secretaria de Estado del gobierno norteamericano. Luego desfilaron por Trípoli los jefes de estado de los países que se proclaman dueños del planeta: el primer ministro británico, Tony Blair, seguido por su remplazo Gordon Bown, el presidente de Francia, Sarkozy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin. El rey Juan Carlos de España, y Rodríguez Zapatero se humillaron ante él en el 2009 para venderle 3.500 millones de euros en armas.

Gaddafi se convirtió en una especie de vedette política en círculos internacionales. Fue invitado a participar por primera vez en la Asamblea General de las Naciones Unidas, donde fue recibido por el presidente Barak Obama. Fue invitado a visitar Francia, Italia y España, siempre recibido como el "Rey de Reyes" y “el León del Sahara".


En el 2009 fue electo Secretario General de la Unión Africana. Allí proclamó su determinación a seguir luchando por el establecimiento de la integración de los países africanos y la conformación de los Estados Unidos de África. Su discurso en este foro dejaba en evidencia que sus concepciones radicales y socialista se mantenían intactas. Los analistas internacionales de las principales empresas de comunicación concluyeron sin embargo que se trataba solo de "retórica populista".

En su discurso en la Asamblea General de las Naciones Unidas en el 2009, Gaddafi dejó claramente definida su posición. Acusó a Israel del asesinato de John Kennedy; abogó por la solución del conflicto Israelí-Palestino a través de un estado único. Se refirió al Consejo de Seguridad como "el Consejo del Terror"; criticó la validez de la Asamblea General de la ONU por permitir que sus decisiones sean ignoradas por los países mas poderosos y rompió la Carta de las Naciones Unidas en el podio de los oradores.

En marzo del 2010 uno de sus ocho hijos, Hanibal, fue detenido en Suiza acusado de maltrato a dos empleadas domésticas. Gaddafi suspendió la venta de petróleo y adoptó represalias económicas y comerciales adicionales contra Suiza, llamó a la guerra santa contra ese país y declaró que anhelaba que fuera "barrido del mapa".

La Unión Europea no se apresuró a denunciar semejante amenaza, asumiendo una posición diametralmente opuesta a la tomada contra Irán por presumiblemente aspirar lo mismo sobre el estado de Israel. Por el contrario, la UE se disculpó públicamente por haber prohibido a unos ciudadanos libios la entrada a Europa a raíz del conflicto entre Suiza y Libia.

El comportamiento de Gaddafi ha sido frecuentemente considerado excéntrico. Cuando visitó la ciudad de Nueva York para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas solicitó autorización para colocar su gigantesca carpa beduina en un parque. Así se hizo. Armó su carpa en los jardines de la mansión del millonario Donald Trump. Allí conducía sus negocios y recibía visitas. Llevó además camellos, para tomar leche fresca al levantarse. Como es su costumbre, viajó acompañado de docenas de jóvenes mujeres guardaespaldas, quienes no sólo lo protegen, sino que se encargan de su cuidado y su alimentación: nunca falta ni el queso de cabra ni los dátiles.

En una reunión cumbre de la Liga Árabe, Gaddafi se puso un guante blanco en su mano derecha. Explicó que trataba de evitar infecciones al estrechar la mano de otros jefes de estado que pudieran haber tenido contacto con funcionarios israelíes.

Algo similar ocurrió cuando visitó Paris, por invitación de Nicolás Sarkozy. Fue recibido como un rey. La visita concluyó con negociaciones para la venta de armas de guerra y la inversión de empresas francesas en el negocio petrolero libio.

Cuando viajó a Roma, como invitado de honor de Silvio Berlusconi, colocó su carpa en un parque en el centro de la ciudad. No llevó los camellos, sino 200 mujeres guardaespaldas que conforman varios anillos de seguridad, armadas con Kalashnikovs.

Las mujeres que custodian a Gaddafi son expertas en artes marciales, en el uso de armas de fuego y de armas blancas, en pilotear aviones, helicópteros y barcazas; son entrenadas como francotiradoras, en el manejo de explosivos y en actividades de espionaje. Berlusconi lo honró con una cena de lujo para 800 personas, apropiada para un Rey.

A pesar de las atenciones y los halagos de Berlusconi, Gaddafi fue particularmente severo con sus anfitriones italianos. Fueron demasiados los crímenes y vejaciones cometidos por Italia durante su ocupación y colonización de Libia desde 1911 hasta 1943. Cuando Berlusconi menos se lo esperaba, Gaddafi se despojó de su ropaje beduino y se vistió de militar. Junto a sus condecoraciones castrenses, se colgó del pecho una fotografía en blanco y negro de 1931.

En la fotografía se encuentra, humillado y encadenado, el héroe libio Omar Al-Mukhtar, rodeado de sus captores italianos. Al-Mukhtar liderizó durante veinte años la lucha de los beduinos contra la brutal ocupación italiana. Fue para él que se acuñó el apodo de "el León del Desierto". Su figura es venerada en Libia. Los fascistas italianos lo ahorcaron en público a los pocos día después de haber tomado y divulgado aquella humillante fotografía. Justo antes de morir exclamó: "Sobreviviré a mis verdugos". Para entonces Italia se encontraba bajo el dominio de Benito Mussolini.

Cuando le preguntaron porque llevaba esa fotografía en su pecho, Gaddafi, consciente de que el catolicismo es la fe predominante en Italia, proclamó en presencia de Berlusconi: "Para nosotros la imagen de Al-Makhtar es tan sagrada como el crucifijo que llevan algunos de ustedes en el pecho"


En la lucha por el control del mar de petróleo liviano bajo el suelo libio, durante la segunda guerra mundial el país se convirtió en el campo de batalla entre las fuerzas nazis bajo el mando de Rommel y las fuerzas británicas bajo el mando de Montgomery. Con la derrota de Italia en la segunda guerra mundial, Libia fue repartida cual trofeo de guerra entre Inglaterra y Francia.

Las continuas luchas de los beduinos por su independencia condujeron a que en 1951 se declarara una monarquía bajo el rey Idris, una marioneta al servicio de los europeos. Para el momento de su independencia Libia no tenia escuelas y contaba con sólo 16 graduados universitarios, formados en el extranjero. La administración continuó así en manos de ingleses, franceses e italianos. Todo cambió con la llegada de Gaddafi al poder en 1969.

Los honores y halagos de que era objeto Gaddafi por parte de los jefes de estado de Europa hasta finales del 2010 cambiaron súbitamente. Sanguinario, loco, tirano, demente, autócrata, asesino, corrupto, psicópata, perro rabioso. Estos y muchos otros adjetivos son usados hoy contra Gaddafi. Los medios de comunicación de todo el mundo, salvo algunas excepciones, se han ensañado contra su figura. El objetivo parece ser destruirlo ante la opinión pública internacional. Algo similar le ocurrió a Saddam Hussein justo ante de la invasión de Irak por parte de fuerzas militares norteamericanas y británicas en el 2003.

Al mimo tiempo, se teje una red de "legalidad" para invadir Libia y deponer al déspota. En la ONU se toma la decisión de expulsar a Libia del Consejo de Derechos Humanos, mientras que la Corte Penal Internacional declara que actuará con agilidad para condenarlo.

En paralelo s estimula y apoya a movimientos opositores a Gaddafi para incitar a la rebelión interna, con el propósito de generar un estado de violencia y caos que contribuya a justificar la intervención de las grandes potencias para “pacificar al país y proteger los derechos humanos de sus ciudadanos”.

El objetivo es claro: invadir Libia, deponer a Gaddafi, tomar control de su codiciada riqueza de petróleo liviano, tal y como ocurrió con Irak y como trató infructuosamente de hacerse en Venezuela en el 20o2. Tal y como trata de hacerse con Irán y como años atrás se concretó en Arabia Saudita, Kuwait, Katar y los Emiratos Árabes. Las siguiente presas serán Algeria, Venezuela e Irán.

El Gadafi que hoy todos condenan fue recibido y halagado como un gran estadista en la Cumbre del G8 en Italia, invitado por el presidente Barack Obama. Hace sólo unos meses se abrazaba con Sarkozy en Paris, con Tony Blair en Trípoli y con Berlusconi en Roma.


¿Que ocurrió para justificar este cambio tan radical contra Gaddafi?


El despertar del pueblo árabe

Protestas populares por el aumento en el precio de los alimentos y la pobreza generalizada derrocó en pocos días a Ben Alí en Túnez. Irónicamente, sólo semanas antes Túnez había sido señalado por Hillary Clinton como el modelo de democracia a seguir en el medio oriente.

Las protestas se extendieron de inmediato a Egipto, concluyendo con la remoción del poder de Hosni Mubarak, un dictador apoyado por Estados Unidos durante 30 años. Mubarak recibía de Estados Unidos mas de 3.000 millones de dólares anuales, la cooperación mas alta proveniente de Washington después de la otorgada a su principal aliado de la región: Israel.

Las protestas en Egipto fueron también inicialmente motivadas por aumentos en los precios de los alimentos, los insoportables niveles de pobreza en que se encuentra la mayor parte de la población, la creciente indignación ante la descarada confabulación de Mubarak con el gobierno de Israel en su criminal opresión al pueblo palestino, la falta de libertades fundamentales y los grotescos niveles de corrupción. La fortuna de Hosni Mubarak se estima en 70.000 millones de dólares. Mientras el 40% de los 80 millones de egipcios viven con menos de dos dólares al día. Egipto mantuvo una suspensión de los derechos fundamentales de la población durante todo el período de dominación de Mubarak, a través de una Ley de Emergencia, con el consentimiento y apoyo de Estados Unidos.

Las analogías que se han querido trazar entre las revueltas en Libia con las de Túnez y Egipto lucen ficticias. En Libia se canalizaron enormes inversiones petroleras para financiar servicios públicos y gratuitos de salud, educación y vivienda. Se ha promovido el desarrollo económico y se han reducido sustancialmente las desigualdades sociales. El índice de desarrollo humano es el más alto de África. Los índices de desempleo son tan bajos que se ha tenido que facilitar la entrada de cientos de miles de trabajadores de otros países: Egipto, Túnez, China, Pakistán.

El consejo ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) elogió recientemente a Libia por su “ambicioso programa de reformas” y su “fuerte rendimiento macroeconómico y el progreso en el realce del papel del sector privado”.

En marzo del 2007 Anthony Gidden, asesor de Tony Blair, publicó un artículo en The Guardian en el que afirma: “Gadafi parece ser genuinamente popular. Libia será en dos o tres décadas una Noruega del norte de África: próspera, igualitaria y progresista”

A diferencia de Túnez o Egipto, Libia es una potencia petrolera. Produce 2 millones de barriles de petróleo liviano cada día, y su producción puede al menos duplicarse. Sin embargo, una buena parte de sus 6 millones de habitantes aún se mantiene en la pobreza.

Gaddafi ha sido criticado por haber fomentado el regreso de empresas petroleras europeas y su creciente participación el la actividad petrolera y gasífera. La mayoría de estas empresas operan desde Benghazi desde donde, coincidentalmente, se formó el núcleo de la rebelión contra Gaddafi.

También se le ha criticado por haber contribuido, desde su posición como secretario general de la Unión Africana, a la consolidación de un acuerdo con la NATO para ampliar sus operaciones militares en Sudan, Somalia y Etiopía. Ha venido promoviendo también una tratado de cooperación militar entre la NATO y la Unión Africana. Organizaciones radicales dentro y fuera de Libia consideran tales actitudes como traición.

A la cabeza de la insurrección se encuentra el Frente Nacional para la Salvación de Libia (NFSL por sus siglas en inglés). Sus líderes son sistemáticamente presentados como los chicos buenos, en una lucha desigual contra la opresión y la barbarie. Poco se destaca que el FNSL se creo en 1981 en Sudan, bajo la protección del coronel Nimieri, un déspota apoyado por Estados Unidos que gobernó ese desdichado país desde el 77 hasta el 85.

El FNSL realizó su "congreso nacional" en los Estados Unidos en el 2007, con el patrocinio de la NED. A la cabeza se encuentra Ibrahim Sahad, quien realiza acusaciones de toda índole contra el "régimen despótico" de Gaddafi, casi siempre sin ofrecer prueba alguna al respecto y sin que los entrevistadores o editores se las soliciten. Sin embargo, sus planteamientos son transmitidos por las principales agencias de información de todo el mundo como si fueses ciertas. La misma realidad virtual se divulga como cierta por internet, facebook, twitter.

Significativo es también que los rebeldes de Benghazi hayan bajado la bandera verde de la república de Libia y elevado en su lugar la bandera de tres franjas, roja, blanca y negra, que se usaba durante la monarquía del rey Idris, impuesta por Europa en 1951. También ha surgido de la nada un presunto Príncipe Senussi, "heredero de la corona".

Fue el rey Idris quien entregó la soberanía nacional al permitir el uso irrestricto de aire, mar y tierra por parte de fuerzas militares británicas. Fue el rey Idris quien firmó el acuerdo para que los Estados Unidos establecieran y administraran sin restricciones la base militar mas grande de África: Wheelus Air Base, cerca de Trípoli. El rey Idris firmó además un convenio para exonerar a Italia de todos los daños que pudieran imputársele como consecuencia de los 30 años de brutal colonización, permitiendo además que la comunidad italiana en Trípoli conservara todos sus propiedades, negocios y privilegios.

Pero la legitimidad o veracidad de los señalamientos contra Gaddafi parecen irrelevantes. Sirven sólo de fachada para alcanzar el objetivo estratégico deseado: la ocupación de Libia.

Paul Wolfowitz, quien sirviera como subsecretario de defensa de los Estados Unidos y como presidente del Banco Mundial, arquitecto de la guerra de Irak, publicó una carta abierta al presidente Obama incitándole a convertir a Libia en "un protectorado bajo el control de la OTAN", en nombre de la "comunidad internacional".

En su editorial del 23 de Febrero 2011, el Wall Street Journal, vocero de los intereses comerciales de los Estados Unidos, sentencia: "Estados Unidos y Europa deben ayudar a los libios a derrocar el régimen de Gaddafi"

Simultáneamente, se moviliza al mar territorial libio una flota de guerra norteamericana, mientras en Naciones Unidas y en la Corte Penal Internacional se concreta apresuradamente el marco legal que justifique la invasión.

El Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó el 25 de Febrero del 2011 una resolución para que se investiguen los posibles crímenes contra la humanidad que pudiera haber cometido Muammar Gaddafi. Pero, sin que tal investigación haya comenzado, ya Gaddafi ha sido condenado.

Es no sólo irónico, sino hipócrita, que haya sido justamente los Estados Unidos quienes hayan promovido la moción para que la ONU eleve el caso de Libia ante la Corte Penal Internacional. Estados Unidos nunca ha reconocido la jurisdicción de dicha corte. Se opuso además a su creación en 1998, junto con Israel, Irak y Libia. Tales contradicciones parecen pasar desapercibidas para los medios transnacionales de la información.

El comandante supremo de la OTAN, Wesley Clark, ya había señalado hace un par de años que Libia estaba en la lista oficial del pentágono para ser dominada después de Irak, junto con Siria y la joya de la corona: Irán.

Si se concreta lo que Fidel Castro ha llamado "La guerra inevitable de la OTAN", se desatará un movimiento de resistencia por todo el mundo Árabe que haga realidad las últimas palabras del León del Desierto: "Sobreviviré a mis verdugos".


6 de marzo de 2011

Su ''excelencia'' el embajador

Tomado de Elespectador.com

Opinión |6 Mar 2011

María Elvira Samper

Su "excelencia" el embajador

Por: María Elvira Samper
CUANDO EL GENERAL (r) MARIO MONTOYA, hoy embajador en República Dominicana, aparece en letras de molde, no es propiamente por sus glorias, sino por su relación con oscuros episodios. El más reciente, la desmovilización en 2006 de 62 supuestos guerrilleros del supuesto grupo de las Farc Cacica La Gaitana, que contó con su aval y su presencia, lo volvió a poner en la picota.

Su carrera, no obstante medallas y reconocimientos de sus pares, estuvo siempre rodeada de sospechas y denuncias y terminó mal: en medio de un escándalo por ejecuciones extrajudiciales que lo obligaron a renunciar, siendo comandante del Ejército, en 2008.

Su paso por la IV Brigada (2001-2003) dejó huella por operaciones militares poco ortodoxas, señalamientos por violaciones de los derechos humanos y vínculos con las Auc. Tras la Operación Mariscal en la Comuna 13 de Medellín (mayo 2002), la Procuraduría le abrió proceso disciplinario por omisión en la protección de los civiles y allanamientos ilegales, entre otros cargos, lo mismo que al entonces comandante de la Policía de Medellín, general Leonardo Gallego, quien fue destituido en 2006. Montoya, cerebro del operativo, se salvó.

Bajo su batuta, la Operación Marcial (marzo 2003) significó una derrota para la guerrilla en el oriente antioqueño, pero según el Observatorio de Paz y Reconciliación de la región, el Ejército presentó como muertos en combate a 88 civiles.

Pese a haber salido bien librado de algunas investigaciones, la famosa Operación Orión (octubre 2002) podría llevarlo a rendir cuentas ante la Fiscalía, que le abrió investigación preliminar en 2009. El ex jefe ‘para’ Don Berna y dos exmilitantes de las Auc declararon que esa operación, dirigida por Montoya, se hizo en alianza con ellos. Lo denunciaron entonces, sin éxito, varias ONG y volvió a salir a flote en un artículo de Los Ángeles Times que citaba como fuente a la CIA (2007). Por ese espinoso asunto el senador demócrata Patrick Leahy vetó la entrega de 55 millones de dólares de ayuda al Ejército.

Otros testimonios también enredan al general: Luis Adrián Palacio, Diomedes, dijo haber recibido de él siete fusiles y una camioneta como regalo para Doble Cero. Don Mario afirmó a Justicia y Paz que el jefe del bloque Centauros Miguel Arroyave (q.e.p.d.) le dio a Montoya 1.500 millones a cambio de apoyo en su guerra contra Martín Llanos. Y Don Berna confesó que la masacre de Apartadó (2005) fue ejecutada por gente suya y militares de la Brigada XVII —Montoya era jefe de operaciones—, versión que confirmaron un capitán y tres coroneles enjuiciados por el crimen.

Tras la masacre de Bojayá (2002), sobrevivientes al fuego cruzado con los ‘paras’ y a las pipetas de las Farc contaron que al regresar al lugar encontraron al general rodeado de los ‘paras’ que habían saqueado sus casas. Un video corrobora esos testimonios y contradice su versión de que no había presencia paramilitar en la zona.

Por otra parte, documentos desclasificados a petición del National Security Archive de EE.UU. revelan la preocupación del Departamento de Estado por vínculos de la Brigada 24 de la Fuerza de Tarea Conjunta del Sur, a cargo de Montoya, con ‘paras’ en La Hormiga (Putumayo). Allí fue descubierta en 2007 una fosa con restos de más de 100 víctimas asesinadas ente 1999 y 2001, período durante el cual el general dirigía esa fuerza encargada de operaciones antinarcóticos y contrainsurgentes en la región.

Abunda información y falta espacio para recoger los innumerables casos y denuncias que comprometen a su excelencia el embajador, general (r) Mario Montoya, en actuaciones non sanctas. Y si bien no todo lo que dicen los bandidos en su contra es necesariamente cierto, tampoco es necesariamente falso. La Fiscalía tiene la palabra.