28 de mayo de 2011

En salud, los mismos quieren que siga lo mismo



Por Jorge Enrique Robledo,
senador de la República



Terminó por saberse que Saludcoop le pagó al ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, 144 millones de pesos por un “estudio” en el que este le aconsejaba ampliar la integración vertical para aumentar sus ganancias, a pesar de que esta práctica induce a la corrupción en el sistema de salud. Ya está comprobado que el minhacienda mintió cuando dijo que no participó en el trámite de la reciente reforma a la salud que favoreció a las EPS (http://bit.ly/iRSvXe). Se supo al menos de otro “estudio” de Echeverri para Afidro, la organización de las trasnacionales de los medicamentos, en el que condena como lo peor todo control de precios, aunque se sabe que el descontrol facilita abusos y corruptelas. Bastante cuenta en la conocida soberbia de Echeverri disfrutar del respaldo de tan poderosos negociantes.

Entre las incontables formas de asaltar el sistema de salud –asalto que tiene como primera causa la Ley 100, creada para servirle a la intermediación de las EPS– están las marrullerías de las trasnacionales de los medicamentos, que incluso cobran en Colombia precios mayores que los que cobran en otros países. Por ejemplo, el tratamiento con Ciprofloxacina de marca es el más caro del mundo. O el Rituximab, que en Chile cuesta 2.000 dólares y en Colombia se pagaba a 3.500 y que, todavía ahora, con un insuficiente control, fruto de la presión de la Federación Médica, cuesta 2.500. O el del antihemofílico Factor VIIa recombinante (de 60 KUI), cuyo precio promedio internacional es de 2.8 millones de pesos pero que el gobierno de Colombia autoriza recobrar a 7.4 millones.

El ministro Santa María –quien se ganó el cargo por sus servicios a Fedesarrollo, cuna del neoliberalismo en Colombia– dijo que “el principio general es que existe libertad de precios” de los medicamentos, al igual que de los demás costos de la salud, “pues los precios son el resultado de la libre competencia”, como si no se supiera que el primer propósito de las EPS y las trasnacionales se dirige a que no haya competencia, objetivo que les facilitan la Ley 100 y un Estado sometido a sus intereses, de manera que puedan imponer los precios a su amaño. En su lucha por conseguir precios de monopolio, que provocan enfermedad y muerte, los negociantes globales de las medicinas fueron capaces de inventarse los productos “de marca” falsa, que son los mismos genéricos disfrazados de productos “de marca” a punta de gastos en publicidad.

Es tan agresiva la política de las trasnacionales de los medicamentos para imponer el monopolio, que el gobierno de Estados Unidos, actuando a su servicio, presiona a los otros países para que alarguen los tiempos de las patentes, uno de los principales objetivos de los TLC, como el que se le impuso a Colombia. En 2006, Afidro amenazó incluso al ministro de Comercio con aplicarle al país la cláusula de expropiación indirecta, una de las más agresivas e inicuas del TLC, porque este se atrevió a pensar en un tipo menor de control de precios a algunas medicinas.

Con todo cinismo, ya salieron las EPS a hacer alarmismo sobre una catástrofe si se hacen cambios de fondo al sector de la salud, cuando la catástrofe primordial son ellas mismas, cuya necesidad de existir solo se sustenta en los cálculos de los intermediarios financieros que se las inventaron. Toda organización de la salud debe gastar en médicos, medicinas, procedimientos hospitalarios y de otro tipo y administración. Pero no son necesarias unas EPS que se pagan la administración de los recursos y, además, se sacan como ganancias suyas una parte importante de los recursos que hacen falta para atender a los colombianos. Si en otros países del mundo, donde la salud funciona bastante bien, no se necesita de parásitas como las EPS, ¿por qué aquí sí?

Veinte años de paños de agua tibia a la Ley 100, que es la ley de las EPS, con el cuento de que van “arreglarla”, solo han servido para acrecentar el cáncer de los abusos y las corruptelas. Y ahora, cuando el mal ya casi arruina del todo al conjunto del sistema de salud, salen Santos, Echeverri y Santa María a decir que la solución es sacar un par de manzanas podridas y continuar con las EPS, es decir, con más del mismo menjurje que lesiona y humilla a los colombianos desde hace dos décadas.

El Tribunal Administrativo de Cundinamarca hundió la conciliación entre la Superintendencia de Salud y Saludcoop, negocio que, como se dijo aquí, de manera ilegal le pasaba al patrimonio de la EPS 627 mil millones de pesos a los que no tenía derecho. Esa plata se salvó para la salud. Pero no fue por obra del gobierno nacional.

26 de mayo de 2011

De la pobre viejecita, a El pobre presidentico, de Vladdo

martes, mayo 24, 2011

El pobre presidentico

Desde el pasado 7 de agosto, Álvaro Uribe, en retiro obliguntario, se niega rabiosamente a pasar a la historia, pues quiere seguir siendo el presente del país, para moldear nuestra conducta con su ética relativa, su lenguaje seudomontañero, plagado de diminutivos y su pregonada religiosidad.

El potro del poder que jineteó durante ocho años fue reemplazado por un pajarito y las cabalgatas por trinos cantaletosos por Twitter, tribuna que usa básicamente para defender su cada vez más desprestigiado gobierno y sabotear a su sucesor.

Su patética situación me inspiró para crear esta nueva versión, politizada claro, de La pobre viejecita. (Al igual que la de Rafael Pombo, esta composición está basada en los cuentos de Mother Goose).

Érase un presidentico
Sin nadita que temer,
Sino chuzadas, desaparecidos,
Corrupción y carrusel.
Insultaba periodistas,
Calumniaba por doquier
Y el pobre no encontraba
Más maneras de joder.
Y este hombrecito no tenía
Ni un ranchito en qué vivir
Nada más un latifundio
Con su huerta y su jardín.
Nadie, nadie lo cuidaba
Sino el DAS y la UIAF
Ya que ministros y asesores
Lo solían engañar.
Nunca tuvo en qué sentarse
Sino sillas de montar
Con sombrero y pocillito
De tintico al cabalgar.
Nunca tuvo culpa grande
Ni declaraciones que ocultar,
Aparte de las cuentas
De su entorno familiar.
Y este pobre hombrecito
Cada año, hasta su fin,
Controlaba casi todo,
Pero no pa’ delinquir.


Y al mirarse en el espejo
Lo espantaba siempre allí
Una vieja de gran toga,
Con iniciales CPI.

Y este pobre hombrecito
No tenía que desmentir
Sino escándalos de muertes
Y desplazados mil y mil.

Y a no ser por sus muchachos,
Tom y Jerry, gran delfín,
Solitico por el Twitter
Anduviera el infeliz

Apetito nunca tuvo
Enseñado a trabajar,
Si no gozó salud completa
Fue por culpa de LAFAR.

Se jubiló de malas pulgas,
En una casa policial,
Y jamás volvió a quejarse
Pues tenía seguridá.

Y este pobre hombrecito
Al partir no dejó más
Que expedientes y demandas,
Y desprestigio orbital.

Vaya en paz, y Dios permita
Que logremos comprobar
La inocencia de este pobre
Sin vivir así de mal.

23 de mayo de 2011

En la guerra, la primera que cae es la verdad...

Por Koestler

NO HUBIÉRAMOS QUERIDO REPETIR ESTA COLUMNA, PORQUE FASTIDIA TENER QUE INSITIR UNA Y OTRA VEZ SOBRE LA NECESIDAD DE SER VERACES. PERO EL PRESIDENTE SANTOS VUELVE MACHACA EN LA SUPUESTA VERDAD DE LOS ARCHIVOS DE LOS COMPUTADORES DE RAÚL REYES. LO HACE CON MOTIVO DE LAS DECISIONES QUE TOMÓ LA CORTE SUPREMA DE JUSTICA SOBRE EL CASO DE WILSON BORJA.

YA EN SU MOMENTO, BUENO ALGO ATRASADOS, EL 23 DE MAYO DEL 2008 DIMOS PUBLICIDAD A UNA COLUMNA DE PASCUAL SERRANO EN LA QUE DEJABA AL DESCUBIERTO LA GRAN MENTIRA. HOY LA REPETIMOS PARA REFRESCAR LA MEMORIA DE LOS QUE NO QUIEREN RECORDAR... Y PARA INFORMACIÓN DE LOS QUE NO SABÍAN.

LAS CONSECUENCIAS SON MUCHAS. POR EJEMPLO, EL "PROCORRURADOR" YA PUEDE IR PONIENDO SUS BARBAS EN REMOJO, PORQUE NO SERÁ CAPAZ CON LAS DEMANDAS POR SU PERSECUCIÓN POLÍTICA CONTRA LA OPOSICIÓN A URIBE, Y LO MEJOR QUE PUEDE HACER ES "PROCURAR" QUE LE DEN UN BUEN CUARTO EN LA CÁAARCELLLL....

Y AHORA, LA COLUMNA QUE SE ANUNCIÓ.

El gobierno colombiano, y en especial el ministro de la "Defensa", Dr. Santos, en su afán por realizarle unos mandados vergonzosos a sus jefes gringos, armaron la farsa de los computadores de Raúl Reyes. Lo hicieron con gran despliegue mediático. Pero la verdad empieza a salir, pues el análisis de la lectura del informe de la Interpol es muy distinto al show que mostraron en Bogotá.


Resulta que modificaron e introdujeron archivos falsos, y en su prisa por hacerlo alteraron de tal manera, y con tan poco profesionalismo, que más de 3500 archivos son de los años 2009 y 2010. !Tan adelantados nuestros falsificadores! Otra gran mentira del gobierno.


www.pascualserrano.net



Las partes del dictamen que no han querido difundir

El informe de la Interpol afirma que las supuestos ordenadores de las FARC sí fueron manipulados

16/05/2008

Carlos Martínez/Pascual Serrano/Rebelión

por Pascual Serrano


El pasado día uno de marzo, el ejercito colombiano atacó un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. Supuestamente el ejercitó requisó tres portátiles, las tres memorias USB y los dos discos duros externos. Y se debe afirmar que “supuestamente” pues dichas pruebas no se han obtenido dentro de un procedimiento policial o judicial al uso, sino en el marco de una agresión militar a un estado extranjero, cualquier prueba obtenida de esa forma es ilegal y por tanto no se puede utilizar en ningún procedimiento judicial.

Para intentar dar validez a estas pruebas las autoridades colombianas solicitaron de la Interpol un informe que certificara la “autenticidad” de los archivos contenidos en estos soportes. Ayer 15 de marzo se hizo público el informe, tras una lectura llama la atención las siguientes conclusiones.

En primer lugar hace referencia a que son datos clasificados como ULTRA SECRETO (Pag. 21 del informe) cuando parte de esos archivos los hizo públicos el diario El País.

Lo más importante es que el propio informe reconoce en su “Conclusión no 2b” (pag. 31) que las autoridades colombianas manipularon los ordenadores y las memorias y que

el acceso a los datos contenidos en las citadas pruebas no se ajustó a los principios reconocidos internacionalmente para el tratamiento de pruebas electrónicas por parte de los organismos encargados de la aplicación de la ley”.

El estudio encargado por el gobierno colombiano reconoce que:

"El acceso directo puede complicar en gran medida el proceso de validación de las pruebas para presentarlas ante los tribunales, porque en este caso los funcionarios de las fuerzas del orden deben demostrar o probar que el acceso directo que efectuaron no afectó materialmente a la finalidad de las pruebas".

Por ejemplo, más adelante el documento de la Interpol declara que

Los sistemas operativos de los tres ordenadores portátiles decomisados mostraban que los tres ordenadores habían sido apagados el 3 de marzo de 2008 (a diferentes horas, pero todos ellos antes de las 11.45, hora en que fueron entregados a los investigadores en informática forense de la policía judicial colombiana). Los dos discos duros externos y las tres llaves USB habían sido conectados a un ordenador entre el 1 y el 3 de marzo de 2008, sin que se hubieran obtenido previamente copias imagen forenses de su contenido y sin emplearse dispositivos de bloqueo de escritura (write-blockers)”

Es decir, que el ejercito colombiano hizo uso y modificó los archivos contenidos en los ordenadores, memorias usb y discos duros, antes de su entrega a la policía colombiana.

Por ejemplo, el informe en su página 32 afirma que :

83. En los archivos de la prueba instrumental decomisada no 26, un ordenador portátil, se presentaban os siguientes efectos producidos el 1 de marzo de 2008 o en fechas posteriores:

Creación de 273 archivos de sistema

Apertura de 373 archivos de sistema y de usuario

Modificación de 786 archivos de sistema

Supresión de 488 archivos de sistema.

El documento afirma, sin embargo, que los documentos de usuario (documentos word y similares) son auténticos porque no se han modificado desde el uno de marzo hasta la fecha del examen, sin embargo el propio informe reconoce lo limitado de esta afirmación pues describe que en la prueba 31 se contienen

2.110 archivos cuyas fechas de creación oscilan entre el 20 de abril de 2009 y el 27 de agosto de 2009; 1.434 archivos cuyas fechas de última modificación varían entre el 5 de abril de 2009 y el 16 de octubre de 2010”. Concluye, que “estos archivos habían sido creados antes del 1 de marzo de 2008 en uno o varios dispositivos con una configuración de fecha y hora del sistema incorrecta” (Pag. 34).

Lo que significa que cualquier usuario cambiando la hora del sistema operativo puede crear un documento en la fecha que le plazca, sea anterior o incluso futura.

Sobre las conclusiones forenses hay que resaltar que el peritaje dice literalmente (Pag. 28):

Sin desvelar dichos datos, INTERPOL puede declarar lo siguiente con respecto a los archivos de usuario contenidos en las ocho pruebas instrumentales de carácter informático decomisadas a las FARC:

- Se encontraron 109 archivos de documentos en más de una de las pruebas instrumentales

- 452 hojas de cálculo

- 7.989 direcciones de correo electrónico

- 10.537 archivos multimedia (de sonido y vídeo)

- 22.481 páginas web

- 37.872 documentos escritos (de Word, PDF y formato texto)

- 210.888 imágenes

De los anteriores, 983 archivos estaban cifrados 25.

Es decir, ninguna referencia a que los ordenadores intervenidos contengan correos electrónicos. Hay que recordar que las informaciones de El País hacia referencias insistentes referencia a correos y que publicaba los archivos con el título "Correos incautados en el ordenador de Raúl Reyes". Entonces, ¿De donde se han obtenido dichos correos? ¿O, simplemente, no existen en las computadoras requisadas?

Por último el informe termina (pag. 36 y siguientes) con siete páginas dedicadas a reconvenir a la policía de los países miembros y a decirle cómo debería tratar las pruebas electrónicas, recomendación que se hace en este informe, probablemente, por que este caso puede servir de ejemplo a las policías de como no deben recogerse pruebas informáticas. La única forma en la cual se puede asegurar la autenticidad de documentos contenidos en archivos informáticos es que se obtengan bajo la tutela judicial y desde un primer momento estas pruebas queden bajo la custodia de autoridades jurisdiccionales independientes y las pruebas forenses se realicen sólo sobre una copia exacta del contenido de los discos duros o memorias.

De este modo, el propio informe de la Interpol es el que viene a traer más dudas sobre el origen de los archivos informáticos publicados por el País y con los que se pretende atacar a Venezuela y Ecuador.

Así lo han expresado también los académicos estadounidenses Miguel Tinker-Salas, profesor de la Universidad de Pomona (California) y Forrest Hylerton, profesor de la Universidad New York, quienes advirtieron que hubo un mal uso de la información encontrada en las computadoras de alias Raúl Reyes, por parte del Gobierno colombiano y la Interpol.

Miguel Tinker-Salas, experto también en temas latinoamericanos, indicó que existe una serie de malas interpretaciones sobre el contenido de los ordenadores y que tras de ello hay un trasfondo político. “Hay que recalcar que la Interpol solo puede pronunciarse si existió manipulación. Pero ellos no aseguran si los elementos encontrados son originales y no pueden certificar la información”. Además, calificó como un problema el hecho de que la difusión del informe se haya realizado en Colombia, pues eso demostraría que la Interpol defiende los intereses del Gobierno de Álvaro Uribe, apoyado por Estados Unidos.

Forrest Hylerton, de la Universidad New York manifestó la necesidad de que el proceso de verificación del contenido sea efectuado por una institución que garantice mayor independencia. “Es probable que las computadoras sí hayan resistido el bombardero colombiano, pero el problema es que no sabemos nada más, ni qué tratamiento tuvieron”, afirmó Forrest Hylerton.

La realidad es que Colombía sí que manipuló los ordenadores de las FARC. Los medios de comunicación, el gobierno colombiano y los directivos de Interpol han destacado los elementos que les interesaban con titulares como "Interpol da por verdaderos los datos hallados en el ordenador de Raúl Reyes" o "Según la agencia policial, Venezuela financió a las FARC" (El País). La evidencia más elocuente de que estos titulares son mentira es que el informe de la Interpol, para asegurar su imparcialidad, fue realizado por técnicos informáticos que no sabían español y no podían comprender políticamente lo que decían los archivos. Así lo dice el informe: "Los expertos provenían de fuera de la región y no hablaban español, lo que contribuyó a eliminar la posibilidad de que se viesen influenciados por el contenido de los datos que estaban analizando ”. El informe de un técnico informático que no comprende español no puede decir que Venezuela financia a las FARC porque no entiende una sola palabra de lo que dicen los archivos.

La tergiversación de algunos medios ha llevado a que mientras el resumen del informe de la Interpol afirma:

La verificación realizada por INTERPOL de las ocho pruebas instrumentales citadas no implica la validación de la exactitud de los archivos de usuario que contienen, de la interpretación que cualquier país pueda hacer de dichos archivos, ni de su origen.

El diario El País en su crónica de Maite Rico y Pilar Lozano titula "Interpol certifica que los ordenadores de las FARC no fueron manipulados", y subtitula "El organismo policial asegura que los portátiles pertenecían a Raúl Reyes".

Por otro lado, filtrando a la prensa amiga supuestos contenidos de los ordenadores que implicaban a Venezuela y Ecuador, las autoridades colombianas han mostrado al mundo que tenían un interés especial en criminalizar a esos gobiernos, más que en permitir a jueces y fuerzas de seguridad trabajar. Si tanta transparencia informativa quería dar a la información, sería bueno conocer qué información tenían las FARC sobre crímenes de paramilitares y a qué miembros de la Administración de Uribe implican en el paramilitarismo, seguro que había mucho de eso en los cientos de gigas que dice que ocupa el material informático.

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