21 de junio de 2013

¿Narciso yo? ¡Narcisa Natalia París!




Uribe: ¿narcisista, egocéntrico,
megalomano y resentido?



Para el médico y siquiatra Daniel Gutiérrez, director del Centro Integral de Atención en Salud Mental, el exmandatario de los colombianos Álvaro Uribe Vélez presenta una serie de actitudes y comportamientos que permiten catalogarlo como un ser narcisista, egocéntrico, megalómano y resentido.
Por haber opinado lo mismo, sin ser siquiatra ni nada por el estilo, en más de una ocasión estuvieron a punto de lincharme. Y es que, en verdad, las actitudes publicas de Álvaro Uribe han dado permanentes muestras de un estado mental alterado y afectado. Con el agravante de poseer una personalidad magnética que impide a sus seguidores un análisis serio y concienzudo de sus verdaderas intenciones. Por venir de quien viene, hagamos, a nuestra manera, un examen de cada una de sus apreciaciones.
Narcisista es, según definiciones siquiátricas, “un rasgo de la personalidad, caracterizado por una baja autoestima acompañada de una exagerada sobrevaloración de la importancia propia y de un gran deseo de admiración por los demás.
En la "DSM-IV (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales de la Asociación Psiquiátrica Americana, cuarta edición) existe un subapartado dentro de los trastornos de personalidad denominado Trastorno narcisista de la personalidad, (NPD), entendiéndose tal como una disfunción grave de personalidad”. Dirán los lectores si Uribe es narcisista o no al sentirse el elegido o el mesías de Colombia, pues según sus apreciaciones, solo él puede sacar a Colombia del atolladero en que se encuentra. Sin Uribe nada, con Uribe todo. Ni Santos, ni Mockus, ni Petro, nadie solo él es el camino, la salvación y la vida.

Egocéntrico. Para este mesías el mundo gira en torno a él. Nada puede moverse sin su consentimiento, sin su apreciación sagrada que todo lo puede y todo lo debe. “En psicología, egocentrismo es la característica que define a una persona que cree que sus propias opiniones e intereses son más importantes que las de los demás. Parte de la hegemonía de sus pensamientos por sobre los otros, lo que él piensa, opina, decide, cree y razona es primero y más importante que el resto, el mundo gira alrededor de su individualidad y lo que no se ajusta a él es rechazado desvalorado por su opinión...”. Toda opinión es rechazada, toda idea censurada, toda disensión castigada; únicamente sus opiniones son validas en Colombia. Solo sus tesis económicas, militares y sociales son validas. Nada más importante que sus palabras y sus pensamientos.

Megalómano. La megalomanía “es un estado psicopatológico caracterizado por los delirios de grandeza, poder, riqueza u omnipotencia. A menudo el término se asocia a una obsesión compulsiva por tener el control. La palabra deriva de dos raíces griegas, manía (obsesión) y megas (grande). A veces es un síntoma de desórdenes psicológicos como el complejo de superioridad o la compulsión eufórica, donde el sujeto aquejado de esta perturbación tiende a ver situaciones que no existen, o a imaginarlas de una forma tal que sólo él termina creyendo”.
Para Uribe tener el control es una obsesión que impide que el actuar y el pensar de otros colombianos pueda ser tenido en cuenta.
La cristalización de su obra se derrumbó por una Corte que no entendió su vocación salvadora y justiciera. Con más tiempo, según él, habría acabado con todos los males que nos aquejan. Lo grave es que este síntoma se transpoló a sus seguidores, pues todos veían lo que su amo y patrón querían que vea, o, mejor, lo que el veía y que todos debían también ver.
Resentido: Que no perdona, que no olvida, que se interpone ciegamente entre quienes considera que traicionaron sus pensamientos y olvidaron su ideología. Un trastorno psicológico que impide reconocer los aciertos de los demás. Que lo diga Santos y muchos de sus exseguidores.
Síntomas, trastornos y patologías que afectan a quienes ven a Uribe como una figura mesiánica y redentora. Que nos diga el siquiatra Gutiérrez qué enfermedad es esa que hace que muchos colombianos viendo lo que ven, únicamente miran lo que quieren.
Tomado de Soyperiodista.com