Los seres
humanos, siempre tan dados a las interpretaciones premonitorias, vemos en
fenómenos físicos o morales anuncios de hechos memorables. Por ejemplo, al
asteroide que cayó en la taiga rusa, en Siberia, fue seguido por la caída del
imperio de los zares y el advenimiento del poder soviético. A la estrella
decembrina, seguida celosamente por los reyes magos, le siguió el nacimiento de
Jesús, en un pesebre de Nazareth.
La meteórica
carrera política del ex presidente Uribe se salvó de ser tronchada por Álvaro
Villegas, quien siendo gobernador de Antioquia se negó a destituirlo ante
presiones del presidente Betancur cuando supo que Uribe formaba parte del clan
de Pablo Escobar. Ahora, hace pocos días, Villegas se jactaba de que había
defendido a Uribe y que gracias a eso había cambiado la historia de Colombia
puesto que éste había llegado a la presidencia.
La única
duda que nace es si la caída estrepitosa del edificio Space en Medellín,
producido por una empresa de Álvaro Villegas, no es el anuncio premonitorio de
un derrumbe estruendoso del uribismo, o Centro Democrático. Al menos ya amenaza
seriamente con divisiones internas por el motivo de la precandidatura
presidencial. Falta ver si a Cachito Santos, el bufón vicepresidencial se
aguanta la encerrona que le quieren armar para imponer a Oscar Iván Zuluaga.
Se abren las
apuestas.